Juan Miguel Hernández
Tijuana.- Este 31 de mayo se cumplieron ocho años de la muerte de Anastasio Hernández a manos de agentes de la patrulla fronteriza.
El 28 de mayo de 2010, el mexicano fue aprendido a dos metros de distancia de la barda fronteriza en San Ysidro por los oficiales, quienes lo golpearon además de darle descargas eléctricas, las cuales le provocaron la muerte cerebral. Afortunadamente el hecho fue grabado por un mexicano que cruzaba hacia Tijuana, lo cual sirvió como evidencia.
Después de casi siete años, la familia de Anastasio Hernández recibió en 2017 una indemnización de un millón de dólares, por parte del gobierno norteamericano, luego de un largo juicio.
El día de ayer activistas y familiares de Anastasio iniciaron una campaña para pintar un mural dentro del “Parque Chicano”, en San Diego, en honor a la memoria del inmigrante mexicano, con el propósito de que estos hechos "no sean olvidados" y no cese la búsqueda de justicia.
Pese al repudio de la sociedad, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos determinó en 2015 no presentar cargos contra los doce agentes federales involucrados; esto, al no haber “prueba” suficiente de que habían actuado con malicia.
