Tijuana.-Dos albergues para migrantes que fueron alcanzados por la violencia pidieron a las autoridades garantizar la seguridad en los refugios y a las personas que están en la calle por falta de espacios.
José María García Lara, director del albergue Juventud 2000, ubicado en la Zona Norte, denunció que este miércoles fueron amenazados por “dos jóvenes” que reclamaron por la gran cantidad de personas que duermen frente a sus instalaciones.
“Nos dijeron que si nosotros no cumpliamos con mover a la gente, nos iban a venir a quemar el lugar, una advertencia de lo que nosotros jamás pensamos que sucediera”, relató.
García Lara destacó que a pesar de estar en una colonia compleja en materia de inseguridad, es la primera vez que son amenazados.
“Hemos trabajado por muchos años con la gente en situación de calle, del bordo, de aquí de la zona”, dijo.
Sobre la población que se encuentra a la intemperie dijo que el gobierno debe garantizar su seguridad.
“Con la comunidad que está adentro vamos a implementar nuestras propias medidas de seguridad, estar haciendo rondines y estar al pendiente de lo que pueda ocurrir aquí”, mencionó.
Actualmente Juventud 2000 alberga a 165 personas desplazadas, de las cuales, alrededor de 58 son infantes.
El activista consideró que no hay coordinación entre los tres órdenes de gobierno y exigió mayor seguridad para los albergues y las personas en contexto de movilidad que continúan llegando.
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El segundo caso se registró alrededor de las 4:00 de la madrugada de este miércoles cuando personas encapuchadas ingresaron al Albergue Ágape, ubicado a espaldas del panteón municipal número 9, en la colonia Lomas de la Esperanza.
El presidente de la asociación civil, Albert Rivera Colón, dijo que los desconocidos golpearon la puerta de uno de los dormitorios, y “dijeron unas palabras intimidantes”.
Esto ocasionó que 84 personas de 29 familias, entre ellas una hondureña, se trasladaran al Palacio Municipal para solicitar una reubicación porque se sienten inseguros.
Rivera Colón relató que el grupo de migrantes abandonó el albergue a las 5:00 de la mañana sin avisar.
A diferencia de Juventud 2000, el Albergue Ágape ha sido blanco de intimidaciones en el pasado.
Su director contó que algunos migrantes han recibido amenazas debido al contexto de violencia del cual huyen.
Recordó que hace un par de meses una mujer fue herida por una bala que llegó del exterior, y hace una semana se manifestaron frente al C2 porque dos hombres armados ingresaron al refugio.
Rivera Colón también llamó a la coordinación entre los tres niveles de gobierno para garantizar la tranquilidad en estos espacios.
“No podemos andar cerrando albergues por cuestiones de seguridad y que no podamos garantizar la seguridad de los migrantes”, declaró.
En la explanada del Ayuntamiento, las familias hablaron con Enrique Lucero Vazquez, director Municipal de Atención al Migrante, quien dijo que “afortunadamente” había algunos espacios en tres albergues.
Estos lugares fueron el Centro Integrador para el Migrante, Carmen Serdán, donde fueron enviadas 45 personas entre mujeres y niños, otras 23 personas fueron canalizadas al Oratorio Salesiano Don Bosco, y 16 hombres solos al Desayunador del Padre Chava, informó el gobierno de la ciudad en comunicado de prensa.