La familia Hernández, originaria de Honduras, llegó junto con la Caravana Migrante a Mexicali luego de dos meses de haber salido de su casa en la que difícilmente había alimento, pues allá dicen escasea el trabajo.
Iris junto a sus dos hijas de 13 y 15 años de edad así como su hermano Nefi, su esposa Karla y la hija de ambos de tan solo un año decidieron dejar su país que aseguran no ofrece condiciones para vivir.
Con 24 años de edad, Nefi dijo que no tuvo más opción que empacar y emprender el viaje junto a su familia pues allá mensualmente obtienen salarios de unos 200 dólares.
“Viajar en el tren es pesado es incómodo y más para los niños, hubo que abordar trenes que traían chatarra y quedas expuesto al sol y al frío; queremos entrar legalmente a Estados Unidos, Trump puede decir lo que quiera pero las leyes de su país dicen que nosotros tenemos derecho a huir de la delincuencia y violencia”.
Por su parte Iris dice tener en cuenta el rechazo que el presidente de Estados Unidos tiene hacia la población migrante pero tiene fe en que todo se pondrá a su favor.
“Espero que allá nos reciban bien y nos apoyen, exigimos el derecho a asilo; nosotros estamos conscientes de Donald Trump pero Dios va a abrirnos las fronteras, no tenemos miedo porque hay derechos para los migrantes”.
La familia se dijo sorprendida y agradecida del recibimiento que el pueblo mexicano les ha dado en su camino hacia el sueño americano, pues han tenido alimento, agua y asistencia médica además de protección de parte de autoridades de seguridad.