Este lunes sepultarán a la niña Dulce María en el Panteón Municipal Número 13, al Este de la ciudad, informó Jessica García Lerma, una de las mujeres que inició el movimiento para que el cuerpo, que fue abandonado dentro de una hielera, no fuera enviado a la fosa común.
Jessica García Lerma dijo que la tarde del sábado 12 de diciembre fue entregado el cuerpo de la niña Dulce María a la Casa Hogar Sonrisas de Ángeles.
Mencionó que la ceremonia de velación sería la noche de ayer domingo y a pesar de que muchos tijuanenses tenían la intención de asistir para dar el último adiós a la niña, se realizaría en privado en la funeraria Nueva Tijuana de la colonia El Florido Primera Sección, establecimiento que ofreció otorgar el servicio gratuito.
Derivado de la pandemia de Sars-CoV-2, las autoridades sanitarias no permitían el acceso al público y sería restringido el ingreso para evitar aglomeraciones.
Después del velorio, este lunes la niña Dulce María será sepultada al mediodía en el Panteón Municipal Número 13; las 22 mujeres que se unieron a esta causa vestirán de blanco y llevarán un globo del mismo color para dar el último adiós.
La niña fue nombrada Dulce María por el grupo de mujeres y cibernautas de facebook, que se unieron para que tuviera una identidad y una digna sepultura.
La menor fue abandonada dentro de una hielera por dos personas en la avenida Las Torres de la colonia el Pípila, al Este de Tijuana, el pasado 30 de agosto.
La Fiscalía General Estatal (FGE) desconoce su identidad porque no ha sido reclamado su cuerpo.
Solo sabe que Dulce María murió a causa de neumonía, tenía entre cinco y 10 años, y padecía parálisis cerebral desde su nacimiento, según los estudios de necropsia realizados por la fiscalía.
Los exámenes periciales de necropsia indican que el cuerpo de Dulce María presentaba desnutrición severa, a causa de ello aparentaba menos edad, como una niña de dos a tres años.
También tenía llagas en todo su cuerpo, las que la autoridad investigadora cree que no fueron provocadas de manera dolosa.
La Fiscalía General del Estado informó que no tenía el síndrome de niño maltratado y tampoco huellas de violencia física, por lo que presumieron que las llagas y desnutrición eran derivadas de la parálisis cerebral y el posible desconocimiento de los cuidados que requería por parte de sus tutores.
Dulce María ya descansará en un campo santo, gracias al apoyo y caridad de los tijuanense y a la lucha de 22 mujeres que se aferraron y evitaron que la niña llegara a una fosa común.
La FGE difundió un retrato hablado, pero la niña no fue identificada; tampoco las personas que abandonaron su cuerpo