Tijuana.- Shinpei Takeda reflexionó sobre algunos pormenores de su exposición Fantasía Moral, retrospectiva de sus últimos 10 años como artista visual que alude a la violencia, la imaginación y la visión estética como vehículo de expresión.
A unos días de que su exposición sea inaugurada en la Sala 2 de la galería El Cubo del Centro Cultural Tijuana, institución de la Secretaría de Cultura, Takeda pausó el montaje de sus obras para invitar al público a conocer esta propuesta artística en la que lo visual evoca ciertos principios muy valiosos para el autor.
Al hablar de estos conceptos que subyacen en el título Fantasía Moral, el artista visual y cineasta aseguró: “Tiene mucho significado para mí la parte moral, que es la propuesta de cómo quiero, como artista, como humano, que sea el mundo y para hacer una propuesta, necesitamos imaginación de calidad, responsable; esa es la fantasía”.
Sobre el carácter retrospectivo de la muestra dijo que “hace 10 años, muchos de mis trabajos partían de las entrevistas que hice a sobrevivientes de la bomba atómica en Hiroshima, entonces leí al filósofo alemán Günther Anders y su intercambio de cartas con Claude Eatherly, el piloto que soltó la bomba atómica en Japón”.
En esa correspondencia Anders compelía al piloto a reflexionar sobre sus acciones: “Tienes que entender la magnitud de lo que has hecho y balancear esto con tu facultad de imaginar de manera muy amplia este hecho”, recordó Takeda.
Impactado aún por la reciente muerte en Tijuana del chef Taro Yoshida, registrada el mismo día en que el artista regresaba de Alemania, donde reside parte del año, Takeda reflexionó: “Tenemos que pensar en lo que pasa cuando mueren 70 mil personas, pero también cuando muere una sola persona, un japonés aquí en Tijuana, y cuando mueren también mexicanos”. “La idea de estas obras es alertar sobre la violencia y mostrar cómo la enfrentamos, de dónde viene”, dijo el también académico y documentalista en alusión al trabajo que podrá ver el público en su exposición y cuya curaduría está a cargo del brasileño Raphael Fonseca.