Tijuana.- “El otro día me preguntaban unos periodistas en Mexicali que por qué no les compraba publicidad, y dije: porque yo no compro publicidad”, dijo el gobernador que llegó al poder con Morena. Repite -una y otra vez- en sus transmisiones en redes sociales, que no hay recursos para ese fin.
“No tenemos presupuesto para gastarlo en promociones o en cobertura. Por eso lo hacemos a través de Face”, insistió durante un recorrido en Ensenada.
Pero la verdad es que sí ha comprado publicidad, y no precisamente poca.
Hasta ahora su gobierno destinó unos 20 millones de pesos a periódicos, televisoras, radio e internet.
No es ilegal comprar publicidad desde el gobierno. Es una actividad completamente legítima si se hace con respeto a los criterios editoriales de cada empresa y al marco legal que rige las facultades del gobierno, aunque el gobernador lo critique constantemente.
“¡No pueden vivir del gobierno nada más! Ese ha sido el gran problema, hay que salir a vender publicidad a los negocios. Pero gran parte de la prensa ha vivido sistemáticamente de los recursos del pueblo”, dijo en una de sus transmisiones.
En cambio Bonilla Valdez acusa a los medios que lo cuestionan, de prácticas ilegítimas, e incluso ha ordenado a sus funcionarios que no destinen recursos a la prensa, aunque sus hechos contradicen sus palabras.
“Nomás no compres publicidad. No hay presupuesto para eso”, le dijo a Oscar Pérez Rico, el secretario de Salud del estado, cuando en otra transmisión el funcionario dijo que se reuniría con reporteros de un periódico de Tijuana.
Las afirmaciones del gobernador morenista sorprenden porque destinar presupuesto para publicidad oficial es un asunto público y fácilmente verificable.
Tan es así que la aprobación para contratar algunos de estos servicios está registrada en sesiones transmitidas en vivo por internet desde las instalaciones de Oficialía Mayor en la capital del estado.
En una de ellas aprueban un millonario contrato. Fue para periódicos Healy, propietaria de los diarios Frontera en Tijuana y la Crónica de Mexicali.
El contrato fue superior a los cinco millones y medio de pesos ($5,500,012.00) por tres meses que van de julio a septiembre.
Previamente periódicos Healy ya había recibido otro contrato por 2 millones de pesos ($2,020,683.84) que abarcaba de mayo a junio de 2020. Lo que significa que en 5 meses obtuvieron más de 7.5 millones de pesos.
En esa misma sesión aprobaron otro contrato: Fue por 810 mil pesos en beneficio de Agencia Fronteriza de Noticias (AFN).
Una revisión a la información pública de la Oficina del gobernador arrojó además que ya había otro contrato previo para el portal de noticias que dirige Dora Elena Cortés, también por 810 mil pesos, lo que en 5 meses significó más de millón y medio.
Pero es la televisión abierta la que tiene los mayores contratos. Televisa, mediante Televisora de Los Mochis S. A. de C. V., logró que le pagaran poco más de tres millones ($3,035,039.00) por dos meses que corrieron del 1 de mayo al 30 de junio de este año.
TV Azteca por el mismo periodo firmó el 19 de mayo un contrato por casi dos millones y medio de pesos ($ 2,440, 572.00)
Otro periodico, El Mexicano, recibió un monto similar ($2,294, 692.00).
También a la televisión restringida o por cable, Bonilla Valdez le pagó casi un millón y medio de pesos ($1,426,823.20), para que durante tres meses hiciera «propaganda institucional», según dicen las copias de los contratos obtenidos mediante el portal de transparencia.
Otro diario, El Vigía de Ensenada mediante Isa Digital S, de R. L. firmó igual que los otros medios el 19 de mayo un contrato por casi medio millón de pesos ($476,929.00), por un periodo de dos meses
En el documento se especifica que el acuerdo abarca del 1 de mayo al 30 de junio «a efecto de difundir en prensa las actividades públicas que el titular del ejecutivo de gobierno del estado de B.C. desarrolle».
Y no solo destinó recursos públicos a la prensa local, porque los contratos revelan que igual compró el servicio a empresas foráneas.
Hay un contrato firmado el 18 de mayo y pagado en una sola exhibición al periodico El Heraldo.
En este caso pagaron más de un millón trescientos mil pesos ($1,305,000.00) del 1 de mayo al 30 de junio con la siguiente consigna: “Debiendo transmitirse las órdenes de televisión respetando en todo momento la información que le proporcione el ejecutivo estatal para la publicación a través de las órdenes de difusión” (sic).
La revisión al portal de transparencia arrojó una docena de contratos a 10 empresas de medios. Los mencionados tienen los mayores montos.
Previamente, el gobierno que encabeza Jaime Bonilla ya había dado contratos de honorarios y servicios a una decena de personas y otras firmas para realizar diversas labores de comunicación para el gobierno estatal que adicionalmente suman casi un millón trescientos mil pesos ($1,297,487.13)
De nuevo: La publicidad oficial no es ilegal. Ha sido tradicionalmente una de las principales fuentes de financiamiento de los medios de comunicación en todo el mundo.
Manipular la cobertura usando recursos públicos es un problema frecuente que los estudiosos de la comunicación han denominado “Censura blanda”.
En México hay historia de una turbia relación de algunas empresas periodísticas con el gobierno. Por eso es famosa la frase: “No pago para que me peguen”, atribuida al expresidente priista José López Portillo.
A este añejo problema se ha referido el gobernador Bonilla, que en su canal de televisión PSN también ha recibido publicidad oficial, y los contratos dicen que eso ocurrió hasta en las administraciones panistas del exgobernador Francisco Kiko Vega, y del exalcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
“Yo no voy a pagar un dinero que no tengo a una prensa que realmente no está haciendo el trabajo que debe de hacer”, ha dicho el ejecutivo emanado de Morena que no oculta su inconformidad cuando algún reportaje no es de su agrado.
Incluso ha acusado a varios medios de mentirosos aun cuando sus notas y reportajes estén respaldados con evidencias.
Y en este caso los contratos de publicidad no respaldan las afirmaciones del gobernador.
Él mismo tiene una singular expresión para quienes no dicen la verdad:
“Terminan con huevo en la cara”, dice Bonilla Valdez. En colaboración con Tijuanapress.com