Tijuana.- El delito más denunciado en Tijuana al número de emergencias 911 no es el homicidio, de acuerdo con José Fernando Sánchez González, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal.
“El porcentaje más alto de las llamadas que recibimos es violencia familiar, el 15% de las llamadas tienen que ver con violencia familiar”, señaló.
Esto significa que de un promedio de nueve mil llamadas semanales, hasta mil 350 son por esta razón.
Mónica Vargas Núñez, directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias en el estado (DIF), dijo que desde el aumento de casos durante el confinamiento por la pandemia, el alza no se ha detenido.
“Tenemos un histórico que hemos trabajado con un comparativo de 2020-2021. De enero a diciembre del 2020 fueron 254 casos registrados, y en el 2021 (hasta octubre) se han registrado 357 casos, principalmente en Tijuana y Mexicali”, detalló.
En la mayoría de los casos que atiende DIF, explicó su directora, las familias relacionadas con casos de violencia se encuentran en una situación económica compleja, con antecedentes de adicciones y en polígonos de pobreza extrema.
“Hasta ahorita los reportes que tenemos son más de violencia verbal y física. Cuando se detectan situaciones en particular se procede de manera penal”, dijo.
El procedimiento que sigue DIF estatal en los casos de violencia infantil, dijo Vargas Núñez, se encuentra normado en el artículo 113 de la Ley de Protección y Defensa de los Niños, Niñas y Adolescentes.
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Las denuncias llegan por vía telefónica, correo electrónico y en ocasiones acuden personas que conocen del problema en hogares de su comunidad.
“Nos enfocamos a través de la Procuraduría de la Defensa del Menor para atenderlos, a través de esta procuraduría realizamos una investigación primero haciendo un acercamiento con la familia del menor”, puntualizó.
El procedimiento es un diagnóstico de la situación y un análisis para identificar qué derechos de la niñez se están vulnerando.
Posterior a este diagnóstico se determinan qué acciones deben tomarse, comentó la directora.
“Una psicóloga y la procuraduría van directamente a la familia y ahí se determina cuando hay abuso verbal, hay golpes, situaciones de violencia doméstica muy visibles. Hay otros que son verbales, hay algunas que no se pueden detectar a simple vista, por eso llevamos a nuestro equipo especializado”, detalló.
Cuando se determina que hay violencia en contra de menores, estos son acogidos en un centro de atención social para retirarlos del entorno de violencia.
Posteriormente se realiza un procedimiento legal, y si el caso es grave, DIF estatal se queda con el menor.
“El niño se queda con nosotros y entra en un proceso de adopción, si es que así se considera. Los padres pierden ese derecho por haber violentado la seguridad y derecho del niño, es dependiendo del caso y la gravedad”, agregó.
DENTRO DE UN HOGAR CON VIOLENCIA
El oficial Fernando Sánchez Flores, estuvo siete años a cargo de la Unidad Operativa Contra la Violencia Doméstica, ahora Unidad Preventiva Contra la Violencia Doméstica, y hoy se desempeña como instructor en el Instituto de Capacitación en la Policía de Tijuana.
Desde su experiencia coincide con la directora del DIF estatal y dice que en la mayoría de los casos de violencia familiar hay problemas con el abuso de drogas.
“El alcohol, cristal o mariguana, es un factor muy común para la atención de estos reportes. Coincidían mucho en el maltrato a menores o de violencia en contra de la mujer”, mencionó.
Sánchez Flores destacó además que en la mayoría de los casos las denuncias no las realizan las víctimas, sino personas externas como familiares, vecinos o amigos cercanos.
“Por eso debíamos llegar con mesura, y tratar a la víctima para que se sintiera con la confianza de podernos decir por qué no denuncian ellos”, comentó.
“Como unidad de violencia intrafamiliar teníamos que dar más alternativas, llevábamos a canalizar para que presentaran su denuncia y dábamos la opción de irse a un albergue, muchas de las veces casi todas aceptaban esto”, añadió.
El oficial recordó que durante el tiempo en que prestó sus servicios en la Unidad Operativa Contra la Violencia Doméstica los casos más comunes eran las riñas entre cónyuges.
También atendían casos de maltrato, maltrato infantil y abuso sexual en contra de menores.
“Debemos ver la magnitud de estos eventos, porque hay algo que nos puede decir que hay violencia contra un menor pero a veces lo confunden con una corrección por parte de los padres. Hay casos donde hay niños lesionados, abandonados y maltratados”, agregó.
Sánchez Flores recomendó a la ciudadanía no tratar de diferenciar entre una discusión verbal o una riña conyugal que puede tener consecuencias de violencia, sino que de manera inmediata lo reporten.
“Le digo a la ciudadanía que una llamada al 911 puede salvar una vida, si tienen el conocimiento de un acto de agresión inmediatamente soliciten a la policía o que hagan una denuncia anónima”, invitó.
El oficial atribuyó el aumento de denuncias a dos razones: primero al confinamiento que trajo la pandemia por coronavirus, aunado a que algunas personas perdieron sus empleos.
“Muchas de estas personas perdieron sus recursos, eso generaba estrés en el proveedor de la casa, eso daba pie a que no se llevara una convivencia plena, tampoco los menores iban a la escuela, genera tensión”, mencionó.
En segundo lugar, como una respuesta a la difusión que ha hecho la Policía Municipal de la denuncia por maltrato familiar.
“La gente ahora se atreve a denunciar y está perdiendo el miedo”, continuó Sánchez Flores.
Por eso mismo destacó la necesidad de que todas las corporaciones policiacas reciban capacitación para tratar con violencia intrafamiliar, pues los agentes son los primeros en acudir a un llamado de emergencia, y posteriormente canalizan la situación a la unidad especializada.
“Entre más oficiales se vayan sumando y tengan conocimiento de esta naturaleza nos facilitará a todos los que estamos aquí presentes en la corporación para atenderlos”, afirmó.
NUEVA CAPACITACIÓN
El oficial Sánchez Flores, y el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, José Fernando Sánchez González, anunciaron el inicio de la capacitación de la Policía con Perspectiva de Género.
“No solamente vamos a atender las órdenes de protección que nos emite la FGE, sino que también vamos a tener esa capacitación para atender la violencia que estamos viendo con esa perspectiva de género, eso incluye la violencia intrafamiliar”, mencionó el secretario de Seguridad.
Sánchez González agregó que esta capacitación tiene un tiempo estimado de 500 horas, y a partir del 2022 la Policía con Perspectiva de Género estará atendiendo a la ciudadanía tijuanense.
“Van a estar preparados para precisamente no revictimizar, saber qué deben hacer, hasta donde están los alcances que les permite la ley y los reglamentos para el actuar de la policía y no cometa errores”, adelantó.
El secretario de Seguridad agregó que la Unidad Preventiva Contra la Violencia Doméstica se encontraba de manera errónea en prevención del delito.
“Prevención del delito es trabajar para que las cosas no sucedan, si atendemos un llamado de emergencia en cierto domicilio, ya no es prevención”, destacó.
¿CÓMO DETECTAR LA VIOLENCIA INFANTIL?
La directora de DIF Estatal especificó cuáles son las principales características que muestra un niño o niña que sufre violencia en el hogar.
“Son niños que generalmente son retraídos, no socializan tanto, se muestran temerosos, niños que requieren de mucha atención y cuidado”, mencionó.
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Vargas Núñez detalló que la niñez que vive violencia presenta una alta probabilidad de repetir estos actos cuando se conviertan en padres de familia, por lo que es necesario un apoyo psicológico para evitar que caigan en estos patrones.
“Es por eso que los padres tienen que cumplir con todos los requisitos y nosotros validarlos, de que efectivamente llevaron a cabo esas pláticas, talleres y apoyo psicológico, para que cuando el menor regrese, si así se determina, con los papás, no sea el mismo entorno y solo se repita el círculo”, explicó.
Ese patrón constante de agresiones en los hogares, lamentó el oficial Sánchez Flores, lo llevó a atender situaciones muy lamentables.
“Menores que perdieron la vida víctimas de maltrato, o una menor que falleció porque fue víctima de violación de su padrastro. Una menor que falleció porque sus padres estaban en un estado de ansiedad por uso de drogas y la asfixiaron. Era una menor de 15 días de nacida, hicieron un hoyo, la pusieron en una bolsa y la enterraron. Hay muchas cuestiones lamentables, y en muchas ocasiones en mujeres que terminaban con múltiples lesiones a causa de golpes por parte de sus agresores”, mencionó.
