La avenida Melchor Ocampo en la Zona Centro se convierte por las noches en un campamento de personas que en carpas, con cobijas o sin ellas, toman cualquier rincón para dormir.
Pero lo que se ve en el primer cuadro de la ciudad ya no solo ocurre cerca de la canalización, donde históricamente se habían concentrado las personas en situación de calle, sino que paulatinamente se ha ido extendiendo.
Ante esto, las autoridades municipales y estatales no han logrado implementar programas efectivos para atender a esas personas.
Jorge Raymundo Guzmán Rosas, director general de Bienestar municipal, reconoció que la cifra de las personas en situación de calle ha crecido y sin un plan que presentar dijo que distintas dependencias ya trabajan en eso.
“Se está llevando una relación en conjunto con las diferentes dependencias para ver cómo podemos erradicar este gran problema. Sabemos que ahorita se está duplicando y triplicando lo que es la relación de las personas en situación de calle. Hay que ver, esperar los programas que se vengan y ver qué se puede hacer en su momento”, comentó.
El funcionario señaló que sin un censo no es posible conocer si se trata de personas deportadas de Estados Unidos o qué razones las obligaron a vivir en la calle.
“No podríamos decir a qué se atribuye. Se hace el proceso para ver cuál es el motivo y qué es lo que podemos implementar para solucionarlo, ya sea que estén en cuestión de drogadicción y ver la manera cómo canalizarlos a un lugar donde salgan de esa situación”, expuso.
Guzmán Rosas afirmó que el municipio ya visitó directamente las zonas para dialogar y tratar de convencer a las personas de ir a rehabilitación
“Se ha invitado y llevado a resguardo a la gente que ha querido salir de esa situación. No tenemos datos exactos porque ven llegar al municipio, ven llegar a personas del ayuntamiento y muchos optan por salirse”, puntualizó sobre el tamaño de esta población.
Aunque añadió que solo en Zona Centro hay unas 565 personas y si antes se les veía hasta la calle Segunda, hoy se dispersan hasta la calle Sexta.
Gran parte de ellas, reiteró, con adicción a algunas drogas.
“Uno de los grandes problemas es la falta de programas en administraciones anteriores. No ha habido la parte de dónde canalizarlos, ahorita en esta parte se ven programas para cómo erradicar ese problema. Es un problema que va creciendo, porque no solo están ya prácticamente en situación de calle, ya también delinquen, ya también hacen sus maldades y entonces es una manera de tratar de quitarlos de ahí”, abundó.
Sin embargo, el secretario de seguridad ciudadana de Tijuana, Fernando Sánchez González, descartó que las personas en situación de calle estén involucrados en actos delictivos.
“Más que delitos tenemos faltas administrativas. Se dedican a estar pidiendo dinero, se dedican a molestar a la gente, andan con poca ropa, y nosotros tenemos que llevarlos a la estancia municipal de Infractores”, aclaró.
En las jornadas del Ayuntamiento solo cinco personas han aceptado rehabilitarse y apenas dos siguieron el proceso, según el director de Bienestar