Tijuana.-La llegada de más elementos del Ejército poco beneficia si no hay liderazgo, coordinación y un plan en materia de seguridad en Baja California, opinó Roberto Quijano Sosa, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California (CCSPBC)
“Bienvenida la presencia de más miembros de la seguridad pública, como es la Guardia Nacional y del Ejército, sin embargo, hemos manifestado que es evidente la ausencia de un programa de seguridad y de qué es lo que vienen a realizar”, señaló.
Relató que han sostenido reuniones tanto con el Ejército como con la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina (Semar), y “ellos nos han manifestado que no están coordinados, no es un invento mío”.
Mencionó que se puede ver a los militares patrullando la avenida Revolución, pero la mayor presencia delictiva están en otras partes.
Este martes arribaron 300 elementos de fuerzas especiales de Ejército a Tijuana, el segundo refuerzo de elementos tras la quema de vehículos por parte del crimen organizado, y con esa llegada ya suman más tres mil elementos federales para patrullar la ciudad.
Sin embargo, declaró el presidente del CCSPBC durante una conferencia de prensa para dar a conocer la incidencia delictiva en el estado, la “llegada de militares el día de ayer (martes) ya estaba programada”.
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Quijano Sosa consideró que la autoridad debería apostarle más a la prevención, pero solo invierte menos del 1% del presupuesto en materia de seguridad, y más elementos militares o policiacos no es la solución.
“Podemos tener tres mil 800 o cinco mil policías, o los que quieran, pero si no se previenen los delitos, no va a haber dinero que nos alcance para la seguridad”, apuntó.
“El 99.3% del presupuesto se destina para la seguridad de funcionarios, para automóviles para sus actividades de desplazamiento, pero la prevención del delito es solo el . 7%”, acusó.
Respecto a los hechos violentos del pasado fin de semana, cuando fueron incendiados vehículos de manera coordinada en distintos municipios del estado, Roberto Quijano manifestó que no está de acuerdo en considerarlo un acto de “propaganda”.
Por el contrario, agregó, esos hechos deben ser investigados y comunicarse los resultados.
“No aceptamos el tema de la propaganda, en algún momento dado, tiene que aclararse”, consideró.