Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- El transporte público que necesita la ciudad y exigen los tijuanenses se les resiste, y ni siquiera el SITT termina de funcionar como se prometió.
El estatus de ese proyecto, que este y el pasado ayuntamiento aseguran es un compromiso presidencial del sexenio que está por terminar, luce nebuloso.
Así se entiende según las poco claras frases del alcalde Juan Manuel Gastélum, sobre su funcionamiento a medias.
Porque aunque afirma que como abogado da respuestas concretas a preguntas expresas, no explica mucho cuando se trata del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT).
“Nos falta hacer unos ajustes allí con ‘x’, ‘y’, para que se amarre y funcione” (sic), contestó en entrevista tras una reunión pública con un grupo de profesionistas colegiados la semana pasada.
Allí el presidente municipal reiteró que el proyecto iniciado y continuado por sus antecesores, los priistas Carlos Bustamante y Jorge Astiazarán, dejaba más beneficios a los empresarios transportistas que a la ciudad.
Recordó que hubo un sobrepago de 98 millones de pesos por las características de los puentes peatonales, que el municipio era aval de los empresarios, que no había ingresos para la ciudad y en cambio tenía que pagar por mantenimiento, vialidades, casetas, etcétera.
Éstas últimas tienen vigilancia policiaca para evitar que sigan siendo dañadas, y su apariencia sigue siendo casi la de espacios olvidados.
El Cabildo aprobó rentar esos espacios para colocar anuncios publicitarios, pero ahora el esquema está en valoración, como la posibilidad de rentar las casetas, según confirmó el mismo alcalde.
“No debo de anticipar vísperas, hasta en tanto no tener todos los elementos. No me gusta andar cacareando, anticipándome”, justificó Gastélum Buenrostro sobre sus vagas respuestas.