Tijuana.- El señor Fausto Medina tenía cuatro años trabajando como empacador en un supermercado de Tijuana, tiene 70 años y tras nueve meses de no permitirle que regrese a su empleo por la pandemia del coronavirus, salió a las calles de Tijuana con una caja de dulces, dice que la necesidad es más grande que su miedo a contagiarse del virus.
“Tenía cuatro años en Soriana, pero hay necesidad de trabajo, hace falta el dinero, ya tenemos nueve meses sin trabajar y yo salí porque me hace falta para comer”.
Don Fausto dice que la empresa donde le permitían trabajar como empacador, en un inicio lo apoyó económicamente a través de donativos que realizaban las personas, la empresa duplica el monto económico, pero con el paso de los meses era poco el dinero que recababan.
"Sí nos dan, pero es poco el dinero porque somos muchos los empacadores y nos lo reparten, unos 100 pesos".
Don Fausto diario acude a vender dulces en el semáforo del bulevar Sánchez Taboada y la avenida Márquez de León, logra obtener dinero para sostenerse él y a su esposa, “Gracias a Dios la gente es muy amable y de aquí me ha dado para vivir, para los más necesario”, pese a los difíciles momentos económicos que enfrenta, don Fausto es agradecido con la vida, “las personas son muy amables, son muy generosas y Dios me bendice”.
Desde el mes de marzo de 2020 que llegó la pandemia del coronavirus a Baja California, cientos de empacadores de supermercados fueron regresados a sus casas para confinamiento y evitar contagios en la población vulnerable de adultos mayores.
Muchos de ellos han salido a las calles a buscar ingresos económicos a pesar de estar más expuestos a contagios que dentro de los supermercados.
Hasta antes de la pandemia, muchos de los adultos mayores trabajaban como empacadores o llamados cerillos, pero no tenían un contrato laboral, salario y prestaciones de salud, a pesar de desarrollar un trabajo dentro de las tiendas.
Las cadenas de supermercados les permitían colocarse en las cajas dentro de los supermercados y su paga eran las propinas que las personas les daban por empacar productos.
El permiso para trabajar en las tiendas de conveniencia era condicionado, si reunían los requisitos como portar un uniforme, cumplir con cuatro horas de trabajo y no faltar los días que tenían asignados y en algunos de los casos respetar un reglamento interno de las empresas.
La señora Catalina Rodríguez González, de 68 años, fue una de los cientos de personas de la tercera edad que fue regresada al confinamiento, dice que la empresa de supermercado donde trabajaba como empacadora no les permite regresar porque la autoridad sanitaria los sancionará, le dieron al inicio de la pandemia un apoyo único de mil pesos.
“Trabajaba en Aurrera y fue en marzo -que inició el confinamiento-... Solamente nos dieron mil pesos y nos descansaron, en Aurrera no nos dieron apoyo o algo”.
De eso ya pasaron casi 10 meses y la señora Catalina se vio obligada a salir a buscar ingresos económicos, vende artículos de segunda en los mercados sobreruedas, dice que sabe del semáforo está en rojo y que está expuesta a adquirir el virus, pero la situación económica es crítica.
“La mayor parte ando vendiendo cositas, ayuda de la gente o de mis hijos. No se puede -regresar a trabajar- por la situación de la pandemia... yo sí regresaría si me lo permitieran, porque necesitamos trabajar”.
Catalina dijo que pidió apoyo en el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores del gobierno federal al quedarse sin empleo, pero sin respuesta.
“Yo metí mis papeles para lo de la ayuda que está dando el presidente -Andrés López Obrador- pero no he recibido respuesta... ya tiene desde marzo del año pasado, después de la pandemia”.
Al inicio de la pandemia en marzo de 2020, las empresas regresaron a los adultos mayores a sus casas para confinamiento, sin tener responsabilidades laborales con este sector trabajador, algunas empresas les dan un apoyo económico por redondeo de las tiendas, otros por cooperación de los clientes y otras cadenas de supermercados les dieron un apoyo económico único.
La mayoría de las personas de la tercera edad se quedaron sin un sustento económico tras perder sus empleos como empacadores, solo esperan que les permitan regresar un día a su trabajo.
La Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud Nacional indican que el virus del Sars-Cov-2 en los adultos mayores tiene una alta probabilidad y es un virus más agresivo con este grupo vulnerable.
El último reporte de la Secretaría Estatal de Salud indicaba que se tenía una alta mortalidad de quienes enfermaron de coronavirus, con el registro de dos mil 433 personas de 64 años en adelante en Baja California, lo que representa un 44,9% del total de los fallecidos en el estado, considerado el grupo etario más afectado.