Tijuana.- Alexander Bazan Gómez Llanos, tenía solo 3% de probabilidades de sobrevivir. Su oxigenación bajó a 68. Fue intubado. Estuvo casi ocho meses lejos de su casa, al ser trasladado a Monterrey para salvarle la vida. Hoy el joven de 30 años recupera paulatinamente sus actividades, luego de estar al borde de la muerte por el Covid-19.
En una entrevista con El Sol de Tijuana, el abogado cuenta los retos que enfrentó durante su tratamiento. Que significaron un antes y un después para su vida.
LA LUCHA POR LA VIDA
Lo que era un viaje de placer a Cabo San Lucas en marzo de 2021, fue todo menos eso. Pues al regresar a Tijuana conocería que estaba contagiado de Covid-19.
“Cuando las cosas parecían tranquilas en semáforo aparentemente verde. Pensé que por mi juventud no iba a ser parte de esa estadística y con mucha ligereza tomé ese viaje de vacaciones y va siendo mi mala suerte que me agravé a tal grado de bajar a 68 con ya oxígeno suplementario de alta capacidad y de alto flujo. Después de 21 días tuve que ir a intubarme al Hospital del Prado donde me atendieron y se habló de mis probabilidades de vivir eran del 3% y necesitaba un procedimiento alternativo denominado ECMO”, relató.
Según detalla, se trata de un pulmón artificial, en el cual oxigena la sangre, la retira, la filtra y la regresa a tu cuerpo oxigenada. Era la única alternativa que le daban los médicos para sobrevivir.
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“Eso hace que el pulmón descanse . Era el primer paciente que iba a usar esa máquina, porque era de reciente fabricación. Pasaron 30 días y no había mejora en el Hospital Ángeles. Me mandaron a Monterrey donde les habían enseñado cómo hacer la técnica ECMO. Llego a Monterrey y me logran despertar y es ahí donde empieza el proceso de supervivencia”, confiesa.
La tasa de mortalidad ahí en el hospital era de 40%, de acuerdo a lo que recuerda Alexander. Es decir, las probabilidades de morir eran altas, sin embargo, nunca se dio por vencido.
“El miedo de sobrevivir esa situación y pues ya llevan 100 días y no me podían desconectar a la maquinas. Como en las películas, es jalarte el cable, te desconectas y te mueres. Fui el paciente vivo que más ha durado conectada a esa máquina en México. Estuvo mes y medio en cuidados intermedios con rehabilitación física y pulmonar”, apuntó.
Del 17 de marzo de 2021 que se enteró que estaba contagiado al 1 de diciembre que regresó a Tijuana, Bazan Gómez Llanos tuvo tiempo para reflexionar sobre su vida, luchar, darle otro significado a su existencia y valorar todo, hasta el subir las escaleras en su casa.
“Hay muchos aprendizajes del Covid y la enfermedad que adquirí. Hay que ser resiliente, vivir a través de estas experiencias traumáticas, el ver el sentido nuevo de la vida, las prioridades de reorganizar la salud. La espiritualidad, la conexión con el ser supremo. La familia, la unidad, la gente que te quiere. Hay muchos regalos ocultos de este proceso. Es un mensaje para todos, de que hay esperanza, sí se puede, a veces si luchamos podemos salir adelante ante una situación dramática”, compartió.
Ahora busca dejar un mensaje de conciencia a la gente. Pide extremar precauciones, no minimizar el impacto del virus y en medida de lo posible cuidarse, vacunándose y acatando las medidas sanitarias, como el uso del cubrebocas.
“Tomen sus precauciones, el Covid sí existe, yo lo experimenté en las peores circunstancias, en el límite de rozar la muerte y estoy aquí para hacer un testimonio de que nos debemos de cuidar”, expresó.
En la actualidad Alexander ya se reincorporó a su despacho de abogados y pese a que no puede hacer deporte, gracias a una máquina portátil que le da pulsaciones de oxígeno suplementario, puede llevar una vida más normal.