Alejandra García
San Diego, California.- Hasta un año o más podrían tardar en regresar los poco más de 400 menores que fueron separados de sus padres al cruzar la frontera sur de Estados Unidos, víctimas de la política de “Cero Tolerancia” del actual mandatario estadounidense. Inclusive podría ocurrir el lamentable caso en que los menores nunca vuelvan a saber de sus padres bilógicos, aseguraron activistas de la organización Ángeles de la Frontera.
El pasado viernes, el juez Dana Sabraw, que ha llevado el caso del gobierno estadounidense y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) aprobó un plan presentado por los representantes del gobierno federal para reunificar a los menores que aún permanecen en suelo norteamericano, aunque sus padres fueron deportados por las autoridades de inmigración.
A pesar de que el juez ordenó al gobierno federal ubicar de forma inmediata a los padres para que pudieran reunirse con los menores, muchos de ellos fueron repatriados a sus lugares de origen, lo que convierte en una tarea “casi imposible de lograr” el que puedan regresar con los niños y niñas que siguen en los distintos albergues de la Unión Americana.
“Es muy difícil y realmente creo que va a ser casi imposible en muchos de casos poder hacerlo. Es muy triste eso. Nadie quiere estar separada y una sociedad es medid como tratamos a los niños y Estados Unidos está tratando a los niños muy mal”, aseguró Enrique Morones.