Tijuana.- Todos Estamos Locos (TEL) es una producción 100% hecha en Tijuana, que ha generado expectativa en las redes sociales, al ser considerada por un sector del público como una radionovela erótica.
Julio César Pérez Cruz, co escritor de TEL, habló para El Sol de Tijuana, sobre este proyecto que innova en las plataformas de streaming, en donde se ha posicionado en los primeros puestos a nivel nacional.
¿Cómo surgió la inquietud de producir una novela erótica?
Se ha hecho mucho eco en redes sociales sobre la carga erótica de “Todos Estamos Locos”, sin embargo, los pasajes subidos de tono son en realidad pocos. Dentro de las varias lecturas que deseábamos ofrecer en el podcast estaba, por supuesto, la parte erótica y lo hicimos a través de Miroslava, uno de nuestros personajes principales, pero esa es solo una parte del mundo de TEL.
¿De qué trata Todos Estamos Locos?
Es un collage de historias que tiene su punto de unión en la locura, aunque su manera de llegar ahí sea por causas distintas. Quisimos mostrar diferentes personajes, cada uno delineado con identidad propia, pero que confluyeran en un mismo espacio (el hospital psiquiátrico) y, de esta manera brindar nuestro punto de vista sobre la línea tan delgada que hay entre razón y demencia.
¿En qué plataformas se está distribuyeron?
Por lo pronto hemos optado por Spotify y Google Podcast, por supuesto no se descarta YouTube, aunque queremos hacer algo especial para la plataforma.
¿Cómo ha sido la recepción?
Nos ha sorprendido la acogida del público: en la primera semana de lanzamiento estuvimos en el top nacional, ocupando el lugar número 20 en la categoría de “podcast de ficción”, sin embargo, creo que por la calidad de lo que hemos producido creo que podemos llegar más lejos.
¿A qué dificultades se han enfrentado desde que la lanzaron? ¿Censura?
Para nuestra suerte la censura no se dio como tal; desconozco si Spotify en verdad quiso sacar del aire nuestra producción, lo cual me parecería descabellado pues fuimos muy cuidadosos en recalcar que TEL era para audiencias con criterio amplio. En cualquier caso, nuestro proyecto sigue en la plataforma. En cuanto a una dificultad que sí es palpable, es que somos pioneros en hacer algo como esto en Tijuana. Sumémosle que la radionovela, ahora llamada ficción sonora, es algo casi desconocido para las nuevas generaciones y más aún: nos aventuramos a tocar un tema complicado.
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¿Cuánta gente está detrás de la producción?
Si tuviera que nombrar a todos y cada uno de los involucrados en este proyecto se llenarían dos o tres páginas, así que lo resumiré en que somos muchos: desde el equipo de producción, elenco, familiares y amigos.
¿Buscan crear más contenido como este ya que notaron que existe un público que lo sigue?
Esa es la idea, nos motiva principalmente saber que Tijuana tiene talento y buenas historias por y para contar. Uno de los inconvenientes para producir este tipo de proyectos de la calidad que nosotros lo hemos ofrecido es el capital, pero creemos que al final vale la pena.
¿Cuál es la diferencia entre algo erótico y vulgar?
Hay una línea muy delgada entre uno y otro, la diferencia está en el tratamiento que se le da a la escena, el uso del lenguaje y la sutileza con la que muestras o no muestras las cosas. Y aquí quiero dejar algo en claro: el erotismo es parte fundamental de “Todos estamos locos”, sin embargo, su finalidad es contar una historia que te invite a juzgar menos y a empatizar.