Tijuana.- Lejos de creer que se ganó la batalla, en el bar Dandy del Sur se sabe que el “enemigo” sigue entre nosotros.
No es difícil darse cuenta. Tan solo para ingresar al icónico lugar ubicado en la calle sexta, las cosas ya no son como antes.
En el filtro de la entrada no se te dan las buenas noches, sino que te toman la temperatura. Si tienes menos de 37.5 grados, vas para dentro, más de eso, mejor te piden que vayas a tu casa.
Ya en el interior lo primero que llama la atención es no ver a la señora Rosa Aida, propietaria del bar, que desde hace años se sienta todos los días al inicio de la barra para dar la bienvenida a los clientes, porque con la pandemia ha tenido que resguardarse en casa.
La rocola sigue en el mismo sitio, también la foto del finado chef Anthony Bourdain, y las mesas están en idéntico orden. Sin embargo, a pesar de la aparente alegría de que todo vuelve a la normalidad, existe la sensación de que no será por mucho tiempo.
“Desde que abrimos, mi preocupación son noviembre, diciembre, enero; que se venga la gripe normal, que esto se mezcle, que se vuelva una tormenta perfecta o que se confundan los síntomas, porque son iguales y que eso vaya a provocar cierres. Ese es nuestro temor, me da mucho miedo, ojalá no vaya a llegar algo más grave”, confesó el gerente del Dandy del Sur, Juan Carlos Molina García.
Las alarmas se prendieron en los diversos sectores de la economía local, cuando el pasado 14 de octubre, el secretario de Salud, Alonso Óscar Pérez Rico, advirtió que el confinamiento podría regresar a Baja California durante la temporada invernal, en la que se prevé un repunte de los casos de Covid-19.
“Es 100% factible, no nada más es una posibilidad, es una realidad, lo hemos comentado, no se descarta una nueva Jornada Nacional de Sana Distancia como se planteó en el inicio de la pandemia”, alertaba el funcionario estatal.
Para comercios, boutiques, estéticas y otros pequeños negocios, el solo hecho de imaginar un nuevo cierre, cae como un balde de agua helada, ante la imposibilidad de hacerle frente a gastos de renta, pago de sueldos e impuestos.
“Nos tienen preocupados, no queremos volver a que se limite la movilidad, ni a que se vuelva a suspender en gran porcentaje la afluencia de los comercios. Imagínate abrir y otra vez volver a cerrar, esa es la cuestión, muchos de ellos no podrían sobrevivir, los que apenas estaban capitalizándose, probablemente no sobrevivan”, expuso la presidenta de la Cámara Nacional de Pequeño Comercio de Tijuana (Canacope), Gina Villalobos González.
Tan solo de marzo a la fecha, Canacope ha contabilizado el cierre permanente de 200 comercios, lo que representaba el 8% de sus agremiados, que oscilan en dos mil 500.
“El llamado que hacemos a los comercios es que tienen que cumplir con las medidas de salud, para tratar de parar en lo posible que esto se vaya a semáforo rojo, que sería complicado de soportar”, agregó Villalobos González.
“NO HAY PANDEMIA”
Desde que el pasado 14 de octubre la Secretaría de Salud lanzara la advertencia sobre la posibilidad de un nuevo confinamiento, las cifras de casos activos de Covid-19 en la entidad se ha mantenido entre los 370 y los 450.
Dichos números son muy similares a los reportados el 25 de agosto, cuando había 430 y el semáforo epidemiológico estaba en color rojo.
En pleno pico de la pandemia, que según las gráficas de la autoridad estatal fue la última semana de mayo, los datos reflejaban 777 pacientes con SARS-CoV-2.
“Estamos viendo que las curvas epidemiológicas van para arriba, porque a la gente le das la mano y se agarra el pie, no está cumpliendo con las normas de convivir. El rebrote puede ser igual o más severo que antes. Sí sabemos más del virus, pero no tenemos mucho de cómo tratarlo, no tenemos realmente nada nuevo, se usan medicamentos de forma indiscriminada, basado en experiencias personales y eso no es científico, es anecdótico”, expuso el presidente del Medical and Health Clúster, Abraham Sánchez Frehem.
Para el experto en salud pública, las reaperturas de giros como bares y centros nocturnos, fue equivocada, pues en ese tipo de espacios es complejo garantizar que se cumplan con las medidas sanitarias, lo que facilita la propagación del Covid-19.
“En muchos sitios pareciera que no hay pandemia, vemos que la gente cumple a medias y sabemos bien que los lugares más peligrosos, son los espacios cerrados y muy concurridos, entre los que están bares y tables dance. Ese tipo de aperturas quizás no ha sido lo más adecuado”, comentó.
Sánchez Frehem, cuestionó el criterio asumido por la Secretaría de Salud para permitir la operación de bares y centros nocturnos, pero en cambio negar la apertura de guarderías y estancias infantiles, esenciales para un amplio sector de la población.
“En un principio se cerró todo porque sabíamos poco, aunque nunca ha habido una línea clara a seguir, porque la mayor parte de la población al inicio tenía miedo, pero ahora pareciera que no, y es importante valorar que el virus es peligroso”, manifestó.
LA ECONOMÍA, EN PELIGRO
Para la economía de Baja California, un nuevo confinamiento desencadenaría en consecuencias negativas para todos los sectores productivos de la región, pronosticó el ex presidente del Colegio de Economistas, José Luis Contreras Valenzuela.
“Definitivamente se dijo que la recuperación sería segura sin el riesgo de que la pandemia persistiera. La sola posibilidad de que demos marcha atrás por cuestiones de control sanitario a ese proceso de recuperación paulatina que teníamos, va a implicar ciertos cierres parciales de empresas y pérdida de empleo, generando contracción de la actividad económica”, apuntó.
Según el experto, por ahora se prevé una caída de 10% en el Producto Interno Bruto de México, mientras que para Baja California el porcentaje sería de 6%, dada la integración de la economía regional con la de Estados Unidos.
No obstante, pese a la celebración por parte de las autoridades estatales por el incremento en las cifras de empleo en el último trimestre, este no es el único factor que se debe revisar.
“Se ha contraído en 25% el número de patrones afiliados al Seguro Social, esto quiere decir que ha habido cierre de empresas. Las empresas menos afectadas son las manufactureras y de exportación, pero sí otras áreas de la actividad productiva y eso va a repercutir en un alza en los niveles de desigualdad, pobreza y como la competencia en el mercado laboral es mayor, suele contraerse la remuneración”, explicó.
Contreras Valenzuela aseguró que faltaron programas por parte de los tres niveles de gobierno para garantizar que los trabajadores de giros no esenciales, como bares y sitios de esparcimiento, recibieran apoyos que permitieran retrasar la reapertura de esos sectores.
“Se les debió apoyar con salario solidario, pero hay resistencia del gobierno de aceptar esas propuestas y eso provoca ese error de política pública que termina perjudicando a los sectores más desfavorecidos”, concluyó.
VOLVER AL PRINCIPIO
Para este fin de semana, la Secretaría de Salud analiza regresar el semáforo epidemiológico a color rojo. Apenas un mes después de que cambiara a color naranja. Sería el segundo estado que asume esa medida, tras el caso de Chihuahua.
“La posibilidad de regresar a rojo, siempre está latente, depende de la corresponsabilidad entre el Gobierno y la ciudadanía, lo que está en poder del Gobierno, en nuestro alcance, lo hemos hecho, y ha sobrepasado esta situación”, decía Alonso Pérez Rico.
Por ahora los bares y mercados sobreruedas están en la lupa de la administración estatal para limitar su aforo. El aumento de casos rebrote ya es una realidad.
Desde este viernes Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) arrancó operativos en los diversos giros comerciales de la ciudad, con el fin de detectar irregularidades en el cumplimento de los protocolos sanitarios.
“Se van a suspender los que hagan caso omiso, ya no vamos a estar en la flexibilidad y tolerancia.
“Sobre aviso no hay engaño”, advertía el titular de la dependencia, David Gutiérrez Inzunza.