Tijuana.-Las personas que pertenecen a la comunidad LGBTQ+, son más propensas a padecer un trastorno mental, explicó el psiquiatra Israel Castro Ramos.
Mencionó que una de las consecuencias de acudir a terapias de conversión para cambiar la orientación sexual de las personas genera problemas a corto, mediano y largo plazo.
Entre las enfermedades mentales que pueden enfrentar a lo largo de su vida están el estrés postraumático, ansiedad, cuadros depresivos y adaptativos, entre otros. Estos pueden llevar en algunos casos al suicidio, detalló.
Castro Ramos, Jefe del Área de Niños y Adolescentes del Hospital de Salud Mental de Tijuana, explicó que las terapias de conversión son un esfuerzo para corregir la orientación sexual e identidad de género.
Estas se definen como procesos psicológicos que tienen como objetivo transformar a una persona con identidad sexual o de género para retomar la heterosexualidad.
El Congreso de Baja California, aprobó el 21 abril una reforma al Código Penal y la Ley para Prevenir y Erradicar la Discriminación, para prohibir este tipo de terapias.
También estableció una penalidad que va de dos a seis años de cárcel para quienes las practiquen en el estado y una multa de 500 UMA.
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Hasta el día de hoy, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda no ha firmado la reforma de Ley, la cual fue devuelta al Congreso para su revisión y modificación.
El psiquiatra explicó que no existe evidencia científica de que las terapias de conversión logren su objetivo, ya que la homosexualidad no es una patología y por lo tanto no existe un tratamiento avalado para tratarla. “No es algo que se tenga que tratar”, aseguró.
Castro explicó que la sexualidad es parte de la vida y del crecimiento y quienes hayan reprimido esta parte no podrán llegar a tener el avance necesario, debido a que una parte de sí quedo abolida.
Mencionó que el trabajo de los psicólogos es apoyar a las infancias, por lo que recomendó a los papás buscar orientación médica profesional para conocer más sobre el manejo de la orientación sexual, sin evitarla o intentar cambiarla.
“El trabajo del psicólogo es buscar algo que le agrade, no impositivo”, finalizó.