Los largos tiempos de espera en la garita de San Ysidro, peatonal y vehicular, le cuestan a la región casi 2 billones de dólares por año, de acuerdo con Joaquín Luken, director de Smart Border Coalition.
“Lo que se puede medir muy bien es la pérdida de productividad de los empleados que están esperando tres a cuatro horas, y muchos a pie en líneas peatonales. Pero no es lo mismo estar tres horas en fila, más la hora que tardó en estar listo y llegar a la línea (...) Lo más importante es la pérdida de productividad que los negocios ubicados aquí en Estados Unidos sufren con los tiempos de espera”, detalló.
El director de Smart Border Coalition destacó que las mayores afectaciones comerciales en cuanto al cierre de garitas y los tiempos de espera para ingresar a los Estados Unidos, las sufren los negocios ubicados al sur del condado de San Diego, como San Ysidro.
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“El tiempo que estuvo cerrada la frontera a cruces no esenciales para mexicanos, cerraron más de 200 negocios solamente en San Ysidro. Mientras más se va alternando uno al condado, más se va perdiendo el impacto económico”, explicó.