Tijuana.- Desvío de recursos, omisión por incumplimiento de contrato en la habilitación de la unidad de Tijuana, e incumplir con el proceso de entrega-recepción, son parte de las posibles irregularidades que envuelven a la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme), actualmente bajo investigación.
De acuerdo con la indagatoria, el desvío de recursos del gasto corriente de Uneme a cuentas de particulares asciende a 7.3 millones de pesos, confirmó la secretaria de Honestidad y Función Pública, Rosina del Villar Casas.
El desfalco se registró al final de la administración de Jaime Bonilla Valdez, y en él podrían estar involucrados funcionarios y empleados con acceso a las cuentas de Uneme, aunque no está descartada la posibilidad de un `hackeo´ al sistema administrativo de la dependencia.
Aunque este hecho fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y la propia Secretaría de Honestidad y Función Pública (SHFP), durante el gobierno bonillista la indagatoria de este caso no registró avances.
Este caso es uno de los 160 expedientes que dejó inconclusos Vicenta Espinosa, quien fuera titular de esta secretaría en la anterior administración estatal.
En lo que compete a la nueva administración, el caso ya se encuentra en la etapa de testimoniales, siendo llamados a declarar los empleados que manejaban los recursos y solicitaban los pagos de Uneme.
Sin embargo, “la gente tiene mucho miedo de ratificar”, compartió Rosina del Villar.
Entre el personal requerido a declarar se encuentran los encargados de aprobar pagos, de usar las contraseñas para autorizarlos y aprobar facturas, dijo.
A la par se revisa el equipo técnico, para detectar de qué computadora salió.
“Porque era un dinero que estaba ahí y de pronto se transfirió a cuentas privadas, pero son cuentas que abren y ponen como prestanombres a personas que resultan difíciles de detectar”, indicó.
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Y aunque la información haya sido borrada de los dispositivos, con apoyo técnico se buscará rescatarla, “porque parece que fue una intervención de sistemas”, anotó.
“Es una labor muy meticulosa, porque está en entredicho la integridad de una persona, por lo que hay que cuidar mucho la situación legal”, agregó.
En tanto, la FGE reportó que la denuncia interpuesta el 3 de septiembre de 2021, contra quien resulte responsable, continúa bajo integración.
El personal del área administrativa de Uneme fue llamado a declarar por ser esta el área de donde salió el recurso para ser depositado a cuatro cuentas privadas, cuya apertura en el banco HSBC apenas se registró en agosto de 2021, un mes antes de que el desfalco fuera detectado.
Tres de las cuentas bancarias se detectaron a nombre de Juan Manuel Nava López y en una se registró como titular a Mario Barrutieta Uscanga.
Las transacciones fueron electrónicas y para efectuarlas los involucrados tuvieron acceso a las cuentas de Uneme, contraseñas y CLABES bancarias.
El desvío millonario fue a nombre del proveedor Unidad de Especialidades Médicas BC, una empresa inexistente, de la que no se localizó mayor registro.
La investigación por omisión e incumplimiento de contrato refiere a la Unidad de Especialidades Médicas de Tijuana, a la cual son canalizados para su atención médica los pacientes adultos con cáncer.
Esta unidad se encuentra sujeta a investigación desde 2020, por presuntas desviaciones administrativas, de acuerdo a lo declarado por el entonces secretario de Salud, Alonso Pérez Rico.
En abril de ese año, las protestas del personal de enfermería despedido revelaron los problemas financieros de la unidad, los cuales se han visto reflejados en falta de equipo y seguimiento puntual en los tratamientos oncológicos, señaló Emmanuel García, quien ha encabezado movimientos de protesta en apoyo a los afectados.
“La falta de infraestructura adecuada para realizar los tratamientos completos, ha derivado en una serie de protestas de los pacientes, quienes son diferidos a Mexicali para la realización de las radioterapias sin el apoyo de viáticos”, agregó.
Para colmo, las citas para ser atendidos en la capital del estado registran demoras de más de tres meses, interrumpiendo los tratamientos y atención médica.
Para evitar esas interrupciones algunos pacientes costearon con recursos propios sus estudios, teniendo que desembolsar más de 20 mil pesos en radioterapias.
Actualmente las citas programadas en Mexicali no se han diferido, pero la Unidad de Tijuana continúa sin un acelerador lineal para evitar el traslado de los pacientes a otra ciudad a recibir las radioterapias.
La falta de equipo en Uneme Tijuana también incluye un tomógrafo ya que se descompuso el único del que dispone la unidad.
Este déficit ha obligado que pacientes como Claudia Montes, quien padece cáncer de mama, haya tenido que pagar esta semana seis mil pesos por una tomografía.
Costo al que se debe añadir el pago de 28 mil pesos por un Pet Scan, estudio para el que los pacientes deben trasladarse a Tecate.
A estas erogaciones, los pacientes tienen que añadir la compra de medicamentos que no son surtidos por el HGT, debido al desabasto recurrente que por años ha enfrentado el nosocomio, acotó Emmanuel García.