Universitarios, los más propensos al alcoholismo: psiquiatra

Los estudiantes más propensos a desarrollar una adicción al alcohol o alcoholismo, suelen venir de una situación estresante desde la infancia, también haber enfrentado la disfunción familiar o episodios depresivos.

Giovanny Urenda | El Sol de Tijuana

  · miércoles 27 de julio de 2022

Los universitarios enfrentan altas tensiones, dijo Nanni. Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

Tijuana.- Los jóvenes que estudian en el nivel universitario tienen una mayor posibilidad de desarrollar una dependencia con el alcohol, indicó Aldo Nanni Arias, médico psiquiatra especializado en adicciones y médico adscrito al Hospital de Salud Mental.

“Al menos 8.5 de cada 10 universitarios han abusado del alcohol, es decir, se han emborrachado. Pero de los que se han emborrachado y que desarrollan un rastro adictivo se estima aproximadamente un 20%”, mencionó.

Julián Palombo Saucedo, presidente de la Canaco. Foto: Ramón Hurtado | El Sol de Tijuana

Los estudiantes más propensos a desarrollar una adicción al alcohol o alcoholismo, suelen venir de una situación estresante desde la infancia, también haber enfrentado la disfunción familiar o episodios depresivos.

“En la situación de querer estudiar y tal vez tener un mal desempeño, además de que sus expectativas no se hayan cumplido, pueden desarrollar una fobia social. Ellos pueden tener mayores problemas con el alcohol”, agregó.

También los jóvenes que no habían consumido alcohol antes de la universidad corren el riesgo de interactuar en el contexto de celebraciones y fiestas, mencionó el psiquiatra, aunque la probabilidad de sufrir este trastorno es mayor para quien ya consumió alcohol antes de la universidad.

“En el grado universitario los estudiantes se dan cuenta que enfrentan altas tensiones, competitividad, alta presión académica o miedo a perder una beca, por lo tanto algunos estudiantes empiezan a utilizar el alcohol para reducir su ansiedad o malestar”, señaló.

Nanni Arias explicó que el consumo del alcohol puede considerarse una adicción cuando quien lo ingiere sufre alteraciones físicas, gastritis, resacas o “crudas” más severas, problemas de conducta, conductas sexuales de riesgo, agresividad, la falta de sueño sin el consumo de alcohol, tomar en horarios laborales.

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