Laura Bueno Medina
Tijuana.- Las acciones de corrección de los agresores o “bulleadores” deben ser aplicadas en conjunto por padres y centros educativos para que tenga un efecto positivo en su conducta.
El correctivo para el agresor debe de iniciar con el planteamiento por parte de los padres haciéndole ver al hijo que su conducta es errada y que no será respaldada; posteriormente, la sanción debe ser de acuerdo a la acción ejercida sobre la víctima.
En un caso hipotético de realizar una agresión física o verbal en el patio de la escuela contra otros compañeros, se recomienda no suspender al agresor, sino que realice una acción que retribuya a algo a los demás, como barrer el patio o salón, sin que sea violentada su dignidad.La parte del hogar y la crianza es necesaria; tiene mucho que ver con la corrección de las conductas de los hijos, agregó la psicóloga Bertha Gil Guzmán, del Hospital de Salud Mental de Tijuana, quien explicó que la propuesta que ella plantea se basa en el concepto de retribuir con algo positivo a la comunidad lo malo que realizó el agresor.
El agredido, para poder defenderse, debe tener muy buenas habilidades sociales, así como una relación de confianza con sus maestros o autoridades, y ser apoyado por estos para mejorar la situación en la que se encuentra.
Recordó que los maestros son la primera autoridad en la escuela, y ellos deben imponer el orden necesario sin transgredir la dignidad de ningún alumno sea este el agresor o la víctima.