Tijuana.-El nuevo recorte de 99 millones de metros cúbicos de agua del Río Colorado, tiene que prender las alarmas en las autoridades estatales que deberán ejecutar acciones emergentes para anticiparse a futuros recortes, planteó el investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Alfonso Cortez Lara.
El especialista ejemplificó que el volumen de agua que dejará de recibir México equivale a lo que utiliza anualmente el organismo operador de agua en Mexicali, por lo que serán necesarios ajustes en el consumo doméstico y en el sector agrícola de Baja California.
“Para el año 2025, en agosto de 2024, seguro van anunciar un nuevo recorte y yo puedo estimar que sería más alto que 99 millones, otra vez, porque no podemos tener períodos abundantes de nevadas como las que tuvimos y esto fue lo que determinó este nivel de recorte”, agregó.
Recordó que para el año en curso se implementaron recortes por 123 millones de metros cúbicos del agua que viene del Río Colorado a Baja California, siendo este nivel la base para futuros ajustes en el agua que se envía al país.
“Si es algo que no preocupa, que mal, yo sí estaría preocupado, pero también estaría muy ocupado en ver cuáles son las alternativas para enfrentar esta escasez y este periodo de sequía prolongado que inició desde 1999”, abundó.
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A pesar de que en 2023 no hubo tandeos, el experto afirmó que se han conjugado factores para que en 2024 haya de nueva cuenta interrupciones en el suministro de agua.
“Sin otro invierno así, para el verano del 2024 vamos a tener problemas, con un recorte de 99 millones, sin un invierno benévolo en este fin de año y principios de 2024, seguramente vamos a estar apretándonos el cinturón en el verano del 2024”, expresó.
Lamentó que el gobierno estatal no haya mostrado hasta el momento un plan eficaz para atender las más recientes reducciones, apuntando que las ciudades de Baja California gastan más agua que el promedio nacional, siendo apremiante también proyectos para hacer más eficiente el consumo en el sector agrícola.
“Hay menos agua disponible, una población más grande, una demanda creciente, un deterioro en la calidad, un desfase entre la oferta y la demanda de agua. Estamos en una época de estrés hídrico prolongado, se debe buscar la manera de optimizar el agua en el campo a niveles razonables, en un rango de 2% a 4% en el Valle de Mexicali. Hay que rescatar volúmenes para el campo y la Zona Costa y pensar en un mejor aprovechamiento de aguas residuales”, concluyó.