Tijuana.- Para tener una liga de futbol, es necesario un campo, jugadores y una pelota. Vecinos de Hacienda Las Delicias y colonias aledañas, organizaron por mucho tiempo un campeonato de balompié en un lote baldío que habilitaron, como su propio “Azteca”, en donde el juego de la pelota se desarrollaba con pasión y orgullo.
Pero el recinto de las grandes hazañas, al final fue cercado y se construyó una sucursal más de una conocida cadena de abarrotes y carnes.
De ese proceso de transformación fue testigo Luis Ángel Méndez Banda, residente en Villa del Prado Segunda Sección, que vio cómo su comunidad perdió un espacio considerado parte de su vida, aunque en realidad nunca lo fue, pues siempre fue propiedad privada.
“Todos en esta ciudad vivimos su geografía de manera distinta, pero con la misma necesidad de estar en contacto con áreas verdes para cuestiones deportivas, recreativas, sociales e incluso de introspección, siempre estamos buscando esos espacios, sabiendo que no es lo mismo la disponibilidad en las zona cercanas a la periferia, donde son escasas o inexistentes”, dijo el joven.
Como residente de la periferia de Tijuana, Luis Ángel, propone al gobierno la creación de más espacios recreativos, incluso, aquellos adoptados por la ciudadanía, antes de que la misma autoridad tenga esa intención.
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“Lo curioso es que encontramos los espacios y hacemos uso de ellos, y es ahí cuando debe ser apoyado por sus autoridades, y más cuando existe la oportunidad de la adquisición de esos sitios para la gente ya ha tomado como parte de su comunidad, y no solo esperar sea de uso laboral para una empresa. Del trabajo no solo vive la ciudad, y si aún hay espacio no urbanizado que la gente está empezando o ha adoptado, deberíamos darle la oportunidad de adquirirlos para la comunidad”, agregó el ciudadano.
FALTA DE ESPACIOS
El asesor técnico de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Jorge Gutiérrez Topete, dijo que es una práctica común que ciudadanos hagan uso de espacios aparentemente públicos para realizar actividades recreativas, aunque estos posteriormente sean reclamados por sus dueños.
“Cada metro cuadrado tiene dueño, la necesidad existe y las herramientas para que consigan vivienda también. Lo ideal de un espacio público, es que los vecinos y usuarios lo adopten como propio. Sin embargo, de origen este predio será desarrollado. Cabe mencionar que en predios que se urbanizan o fraccionan, habrá que hacer donaciones de tierra urbanizada para equipamiento, escuela y parques”, comentó.
El especialista expuso que los ayuntamientos se han visto rebasados al momento de pretender desarrollar áreas recreativas, pues la necesidad de obtener recursos, vendiendo predios, frena esta intención.
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“Se entregan donaciones antes de que desarrolladores puedan escriturar. El tema es que luego los ayuntamientos venden las donaciones.En teoría solo los parques no pueden vender. Los predios destinados a equipamiento o en algunos casos los re-compran. En todo México lo hacen, creo se necesitan encontrar mejores mecanismos para financiar, cómo fortalecer el cobro del predial, para que no tengan que vender predios para salir del paso”, puntualizó.
Cabe recordar que según la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental, en la actualidad en Tijuana hay 209 parques y sumando los taludes y vialidades forestadas, en la ciudad existen cuatro millones 370 mil metros cuadrados de áreas verdes.
Además, la misma dependencia muestra que hay estudios para proyectar un bosque de la ciudad, el cual estaría ubicado al este de Natura, en donde existen zonas susceptibles para reforestación.
Cifras del Colegio de la Frontera Norte (Colef), que estima que hasta 30% de la población de Tijuana, no tiene acceso cercano a un área verde.