Crisstian Villicaña
Tijuana.- Como cada viernes santo, cientos de feligreses se reunieron en el parque Teniente Guerrero a punto de las 10 de la mañana, para acompañar al grupo que llevó a cabo la dramatización de la Procesión de Cristo, en donde creyentes, vestidos con indumentarias de dicha época, emularon lo vivido por el hijo de Dios antes y después de ser crucificado.
"Me gustó mucho venir con mi esposo, es una tradición de la Semana Santa, ver lo que sufrió Jesús por nosotros, todo lo que aguantó y cargó la cruz, es tradición de nosotros los creyentes en él venir y observar, reflexionar", platicó Elvira García.
Las 14 estaciones se desarrollaron bajo la mirada de entre 600 y 700 personas que acompañaban a Jesús y sus justicieros que lo habían arrestado luego de que Judas lo traicionara. La pasión de las actuaciones asemejaba lo que el nazareno soportó durante su camino, y en cada caída el público exhalaba al escuchar la cruz rebotar contra el pavimento.
"Poder ver lo que pasó y que los más pequeños lo vean es algo que les ayuda, por lo menos nosotros que somos católicos así lo vemos, tenemos que aprender, valorar y agradecer a Dios por haber enviado a su hijo para salvarnos, estamos aquí para recordarlo, son tradiciones que ayudan a reforzar la fe y contagiarla", subrayó Lourdes Rosales.
Mujeres se interponen en el camino de Jesús, quien las consuela para caer por última vez, para después ser despojado de sus ropas y clavado en la cruz, lo cual tuvo lugar en la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, donde pasadas las 12 del día terminó la procesión con una misa.