Tijuana.- El cierre de decenas de empresas y negocios durante la pandemia obligó a muchos tijuanenses que se quedaron sin trabajo a buscar una fuente distinta de ingresos, siendo el comercio informal una de las formas de autoempleo que más se utilizaron.
Lo anterior se visibiliza en las 10 mil 123 multas interpuestas por la dirección de Inspección y Verificación del Ayuntamiento a personas que se encontraban vendiendo algún producto o comida sin permiso en sus hogares o en la vía pública durante el año pasado, una cifra que supera a las dos mil 477 infracciones que se emitieron en el 2019.
Javier Navarrete, padre de familia y trabajador del Centro Cultural Tijuana (Cecut), fue uno de los que encontró en la venta de alimentos una forma de generar dinero durante la pandemia, una opción que decidió tomar al no saber si continuaría con empleo, luego que el espacio cultural cerrara sus puertas al público.
“Me puse a pensar cómo hacer más dinero con lo que se tenía a la mano, vi que a raíz de la pandemia y el confinamiento se implementó la venta de cualquier cosa, ropa, comida, servicios directamente a la puerta de tu casa”, comentó.
“Vino a mi mente que mucha gente vende por Facebook. Ahí no hay limitante de cómo vender y opté por hacerlo desde mi casa y haciendo servicio a domicilio al ver que no había venta de charolas de mariscos vi una oportunidad”, añadió Navarrete.
Si bien recibió la noticia que no le dejarían de pagar en el Cecut, no dejó el comercio informal de comida al empezar a generar más dinero del que obtiene en su empleo de planta.
“Con las charolas me fue dando ingresos desde el primer día. Llegué a ganar el doble o el triple de lo que gano en mi trabajo. Si hay mucha diferencia entre un sueldo pequeño y lo que uno pueda generar con una vendimia ambulante o desde casa”, afirmó.
Tanto en las redes sociales como en las calles es común observar a varias personas ofertando diferentes productos, en ese sentido, el titular de la Dirección de Inspección y Verificación del Ayuntamiento, Adolfo García, dijo que encontraron a muchas personas laborando sin contar con autorización.
“Hicimos un censo en la ciudad y nos dimos cuenta que en la ciudad trabajaban cientos, sino miles de personas sin permiso”, refirió.
¿BUSCAS O VENDES ALGO? ¡ANÚNCIALO EN CLASIFICADOS!
En ese renglón fueron cinco mil 544 permisos accidentales (los cuales requieren renovarse cada 90 días) los que se emitieron durante el año pasado. “Son permisos nuevos, son gente que quién sabe cómo trabajaba, trabajaba sin ningún documento”, precisó García.
“Es de todos los giros que hay, artículos de ocasión, accesorios de celular, frutas, churros, elotes, tacos. Hemos dado muchos en las colonias, la zona Este de la ciudad ha crecido muchísimo… Todavía nos falta regularizar pero vamos caminando bien”, expuso.
El encargado de la (SEST), Mario Escobedo, anotó que hay muchos ciudadanos en el estado que buscaron la forma de autoemplearse durante la pandemia.
“Hay mucho bajacaliforniano que la está pasando mal y que ha dejado de percibir ingresos, hay muchísimos bajacalifornianos que tenían ingresos diarios de 500, 800 pesos, que les permitía tener una vida por arriba de la clase media, pero a partir de que pierden ese ingreso son tan pobres como el más pobre”, indicó.
La venta de alimentos o productos a domicilio es tan solo un ejemplo de cómo varios bajacalifornianos decidieron recurrir al comercio informal pese a contar con un empleo, de acuerdo a lo manifestado por el titular de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST), Mario Escobedo Carignan.
“Muchísimas personas que fueron consideradas vulnerables y se les pagó para que se fueran a su casa se fueron a trabajar. Generó muchísima informalidad el tema de la pandemia”, planteó.
Los permisos accidentales, los cuales son renovados cada tres meses, tienen un costo que oscila los mil 200 pesos, mientras que las multas pueden variar, detalló el titular de la Dirección de Inspección y Verificación, Adolfo García.
Éste último agregó que cuando se encuentra a alguien laborando sin permiso se le invita a pasar a las oficinas del Ayuntamiento para tramitar su permiso, sin embargo, cuando no buscan regularizarse es cuando son infraccionados.
“Si eres reincidente te hacemos un acta administrativa y ya dependiendo tu situación económica es cómo te calificamos la multa, puede ser desde ochenta y tantos pesos hasta 500 o mil pesos”, mencionó.
“La gente puede venir por su permiso y se lo vamos a dar, a lo mejor no en el punto que nos pidió porque a lo mejor es un punto restringido, prohibido, saturado, pero a la vueltecita o por ahí cerca le vamos a dar un permiso”, agregó el propio García.
A pesar de que se busque regularizar a los que no tienen permiso o multarnos en el peor de los escenarios, para Javier Navarrete quedó claro que el comercio informal no es solo una opción, sino una forma de ganar más dinero, al punto que considera crear un negocio propio.
“Estoy pensando en generar un proyecto. Necesito generar más ingresos por el nacimiento de mi hijo y porque se requiere un ingreso extra”, dijo.
Incluso, éste último mencionó que de concretar un comercio desde casa o por internet no buscaría regularizarse con un permiso.
“Si llega ser por redes sociales no buscaría tener un permiso, creo que le estarías perdiendo, me parece que es querer controlar todas las transacciones, trueques, lo considero innecesario”, dijo Javier.
Escobedo Carignan concluyó diciendo que es normal que exista mayor comercio sin regular cuando hay una caída seria en la economía.
“Cada que hay una crisis financiera se genera más informalidad, porque quienes participan en la actividad formal lo dejan de hacer, como ya no tienen chamba se dedican a la informalidad y en términos generales buscando tener más y mejores ingresos”, enfatizó.
MÁS PERMISOS Y MULTAS
El que muchos ciudadanos se fueran al comercio informal ante la necesidad de conseguir una entrada de dinero que los pueda sostener a ellos y su familia fue también una acción que le dejó al Ayuntamiento de Tijuana un importante ingreso, consideró el titular de la Dirección de Inspección y Verificación Municipal, Adolfo García.
“Los ingresos crecieron al tres por uno en comparación con la administración pasada”, refirió éste último al haber más personas infraccionadas o que fueron a tramitar un permiso.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE GRATIS!
Y es que los cinco mil 544 permisos accidentales emitidos por el Ayuntamiento de Tijuana durante el 2020 equivalieron a seis millones 652 mil 800 pesos cada tres meses, es decir, 26 millones 611 mil 200 pesos por año.
En el caso de las multas también fue importante lo recaudado el año pasado, las 10 mil 123 infracciones realizadas dejaron en promedio para las arcas municipales un monto que ronda entre los 800 mil y 10 millones de pesos, tomando en cuenta que las multas van desde los 80 a los mil pesos, según explicó García.
Durante el pasado mes de enero fueron 885 personas las que fueron multadas por no contar con un permiso para vender productos o alimentos en la vía pública.
Esos casi mil infraccionados dejó al gobierno municipal entre 70 mil y 88 mil pesos, cantidad que se podrían seguir incrementando en la medida que comerciantes ambulantes sin autorización sigan saliendo a las calles a buscar una forma de autoempleo.