Crisstian Villicaña
Tijuana.- La edición número 19 de la “Marcha por la vida y la paz” convocó a alrededor de dos mil personas que se reunieron para hacer un llamado que sirva para detener la violencia en sus distintas formas.
El arzobispo de la ciudad, Francisco Moreno Barrón, dijo que esta convocatoria tiene como finalidad proclamar la vida a través de un compromiso de paz. "El lenguaje de la violencia es muy fuerte, es muy intenso, y eso daña continuamente a la comunidad, por eso es necesario que se levanten voces y signos de paz. No basta que digamos 'queremos paz', que oremos por la paz; eso es muy importante, pero es también muy importante que nos comprometamos en ser constructores de paz en nuestra vida diaria empezando por nuestra propia familia y en las instituciones donde nos desenvolvemos a diario", apuntó.
La marcha comenzó después de las 9:00 horas a espaldas del extinto toreo de Tijuana; luego avanzaron hacía el monumento a Cuauhtémoc para después continuar hacía el destino final, el auditorio municipal, en donde se celebró la eucarística por la clausura de la decimonovena “Marcha por la vida y la paz”.
En el encuentro, se pudo observar a personas de distintas edades. Los adultos rezaban durante la marcha, mientras los jóvenes cantaban y bailaban al ritmo de canciones que emitían mensajes de espiritualidad.
Por último, el arzobispo recalcó que este tipo de manifestaciones no son exclusivas de la Iglesia católica, sino de la sociedad entera, la cual debe formar un solo frente en busca de la paz y la tranquilidad social.
"Lo que nosotros queremos es que no pase un año sin que la sociedad en general, y dentro de ella también la Iglesia como una parte de la sociedad, se pronuncien a favor de estos valores trascendentes", finalizó.