Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- El cerco limítrofe entre México y Estados Unidos sirvió de lienzo para recordar a los migrantes que han perdido la vida en su intento por cruzar esta frontera.
Pat Murphy, director de la casa del migrante, dijo que suman más de 8 mil personas en los últimos 20 años, sin contar las desaparecidas, las víctimas de extorsión y de secuestro.
Para recordarlos, las asociaciones de migrantes pintaron sobre el muro las barras que muestran el comportamiento de la estadística desde que México implementó el Operativo Guardián en la década de los noventa.
Al pie del cerco, calaveras de yeso con flores de cempasúchil dieron el toque que recuerda al tradicional altar de muertos.
En su discurso, Pat Murphy también denunció la falta de cumplimiento del gobierno federal en la instalación del albergue prometido en esta ciudad.