Juan Miguel Hernández
Una colorida ambulancia se estaciona a las afueras del Albergue Juventud 2000, en plena Zona Norte de Tijuana. De la unidad no descienden paramédicos para atender a un herido, en cambio, aparecen por sorpresa seis payasos, que en lugar de portar un equipo de primeros auxilios, cargan guitarras, sombreros y una vieja bocina.
En este caso la emergencia que trae a Tijuana estos payasos anglosajones es una sola: regresar la sonrisa a las familias migrantes. En medio de una profunda crisis migratoria que enfrenta esta frontera desde hace casi un año, la alegría y risas quedaron de lado para cientos de personas, ante la incertidumbre por desconocer qué pasará con su futuro.
Desde el primer momento que ingresan al albergue, los payasos despiertan el interés de decenas de niños que se alojan en el refugio “Mamá, mira quién llegó ”, se alcanza a escuchar a lo lejos; somos el “Circo de la Emergencia”, responde Clay, líder del grupo de artistas.
Ni su limitado español o el poco espacio con el que cuentan en el lugar, son una barrera para lograr dibujar sonrisas a padres e hijos, que desde hace varias semanas dejaron sus hogares en búsqueda del sueño americano.
Una viejita que baila twerking, un payaso que monta a caballo, un hombre que camina sobre una peligrosa escalera, son algunos de los actos que integran el espectáculo que ha recorrido 30 países de los cinco continentes.
“¡Mucho peligro!, ¡mucho peligro!”, exclamaba el payaso Clay, mientras uno de sus compañeros realizaba una pirueta.
La comunión entre artistas y espectadores es total; por los más de 60 minutos que dura el show, las familias enfocan sus pensamientos en descubrir las locuras qué harán los payasos, que están dispuestos a hacer de todo, con tal de hacer pasar un rato agradable a la audiencia.
“La abuelita te va a pegar, está detrás de ti, cuidado”, advertían los pequeños a Clay, ante la latente amenaza de una de sus compañeras.
“QUEREMOS LLEVAR ALEGRÍA”
Emergency Circus nació en 2012, gracias a la iniciativa de Clay Mazing, artista y activista de origen norteamericano, que vio como era necesario transmitir alegría a miles de familias que se encuentran en tránsito alrededor del mundo.
“La gente les trae ropa, comida y eso es muy hermoso, pero también necesitan amor y sonrisas, energía y eso ayuda a la gente a continuar en su viaje. Debemos enseñar a la gente que estamos juntos en este mundo, un show que rompe las barreras”, expuso.
Entre los integrantes de Emergency Circus, también hay hijos de migrantes, que hace décadas llegaron a un país diferente, con la intención de encontrar mejores condiciones de vida.
“Mis padres son inmigrantes, toda mi vida debo recordar que yo tengo un montón de oportunidades para vivir, quería venir para dar energía y amor y decir a los chicos que te quiero y todo mundo piensa en ti y vamos a pelear en todas partes para encontrar tu solución”, dijo Maya Pen, quien es hija de padres chilenos, pero nacida en Canadá.
Este 2019 fue la tercer ocasión que el “Circo de la Emergencia” visitó Tijuana, y prometen volver para traer más sonrisas y alegría a esta frontera.
“Tijuana es un punto clave, queremos sacar la fronteras, sacar las barreras que nos dividen, porque al final de todo somos ciudadanos del mundo, no pertenecemos a países y eso queremos traer con Emergency Circus para que todos nos unamos”, manifestó Catalina, quien personifica a la “abuelita”.
Actualmente en los albergues de la ciudad hay más de mil 500 personas, encontrándose a su máxima capacidad. En estos espacios en su mayoría residen familias de origen centroamericano, y un porcentaje menor de mexicanos, provenientes de estados como Guerrero y Michoacán.
“Las sonrisas son maravillosas, a pesar de la situación, ellos están estresados y cuando los payasos llegan por un momento los niños tienen un relax” Clay Mazing