Tijuana Progreso recibe a todo mundo con una nube de polvo y una amplia lista de necesidades que los gobiernos poco han hecho por resolver.
Fundada hace 15 años por el Ayuntamiento de Tijuana, la colonia se encuentra a un costado de la carretera que lleva a Tecate, a la altura de Ojo de Agua, y ahí el desarrollo se detuvo hace mucho como muestra el único tramo de piso que no es terracería.
Guadalupe Aguilar Guillén llegó desde el inicio y es una de las pocas habitantes que tiene acceso a ese pedazo de calle cubierto hace 11 años con una mezcla llamada suelo cemento, utilizada en lugar de concreto porque al no tener drenaje, era imposible colocarlo.
Quienes viven en las calles de los alrededores deben estacionar sus vehículos frente al hogar de Guadalupe en temporada de lluvias porque el paso por las calles enlodadas es muy complicado.
“Ni nosotros ni nadie puede ir a las tiendas de allá atrás. Dejan los carros en el centro comunitario, donde miran que pueden, porque no se puede avanzar”, afirmó.
Incluso Aguilar Guillén recordó que la empresa inmobiliaria instaló esa clase de mezcla y no concreto solo para permitir que las corrientes de agua lleguen hasta el canal que conduce el arroyo El Carrizo a través de toda la colonia.
“Lo hemos hablado con las autoridades, pero da la casualidad que cuando vinieron a una junta dijeron que instalaron ese piso solo en ese pedazo y mencionaron que fue porque la tubería no está bien”, indicó.
Joel Trejo Guerrero, residente desde hace 13 años, es de los pocos que puede llegar hasta su hogar en auto, pero eso no lo exenta de sufrir daños por la falta de pavimentación en los alrededores.
“Entro porque tengo buenas llantas. Son bastantes los daños que ha sufrido mi carro, se ha ponchado varias veces y además ha tirado aceite por el ‘carter’. Un par de llantas usadas me costaron mil pesos, soldar la tapa del carter cuesta 250, eso lo tuve que hacer yo”, detalló.
Modesta Carrillo Gutiérrez, proveniente de Nayarit, vive en la colonia desde hace 10 años junto a su esposo y nietos.
Mencionó que desde la adquisición de su vivienda les prometieron que las calles serían pavimentadas y hoy ese rezago les genera otros problemas.
Lo complicado que se vuelve el camino por las lluvias afecta la recolección de basura semanal, que regularmente realiza sus labores los sábados, pero los camiones no ingresan por completo a la colonia.
“Cuando llueve en viernes no vienen sino hasta la otra semana, es difícil. Lo que hago es pagarle a una persona que recoge la basura, cobra 40 pesos por cada tambo”, explicó Trejo Guerrero.
El padre de familia también recordó que gracias a reuniones del comité de vecinos y a su insistencia con las autoridades lograron que se instalara una escuela secundaria cercana a la colonia Tijuana Progreso, además en ese periodo también se instaló alumbrado público.
Durante las lluvias, agregó Trejo Guerrero, es necesaria también la cancelación de clases por la condición de las calles.
Pero las lluvias no solo impiden el tránsito en la colonia Tijuana Progreso, sino que durante ese periodo los establos cercanos aprovechan para soltar desperdicios al canal que pasa entre las viviendas.
Esa acumulación de desechos genera malos olores que recorren después todas las calles de la colonia.
“Me da problemas respiratorios, dolor de ojos y dolor de cabeza. En verano casi no sueltan los desechos. Cuando saben que lloverá sueltan más desechos, a veces duramos semanas sin que suelten más, pero de cualquier manera en verano se hace más peste”, destacó Aguilar Guillén.
Modesta Carillo Gutiérrez mencionó que junto a su esposo han tenido problemas de salud más severos y expresó su preocupación por los daños que esto pueda ocasionar al más pequeño de sus nietos que tiene apenas dos meses de nacido.
“Incluso yo me he enfermado de los pulmones y los riñones. Lo hemos hablado con autoridades municipales, pero cuando hacen reuniones a muy pocos nos avisan porque muchas personas nos hacen de menos. Dividen a la gente, no a todos nos toman en cuenta”, aseguró.
El médico le ha recomendado abandonar el área para evitar complicaciones en su estado de salud, pero Carrillo Gutiérrez no tiene alternativa.
“No hay opciones, acabo de pagar mi casita con sacrificios, no tengo a dónde más ir (...) Mi esposo también ha tenido problemas de salud por los olores, el es diabético,ha estado más delicado, en temporada de verano es cuando más le afecta”, agregó.
A las peticiones de Carrillo Gutiérrez y sus vecinos por los problemas de salud, las autoridades responden que los establos dependen de él, afirmó.
Trejo Guerrero destacó que los desechos que llegan al canal terminan estancados cuando se secan y aumentan los malos olores.
“Se juntan insectos como mosquitos. Si sales al patio hay muchos mosquitos y moscas, y dentro de la casa encerrados es terrible el calor”, destacó.
Pero esa no es la única fuente de contaminación que aqueja a Tijuana Progreso, por eso Trejo Guerrero atribuyó también los problemas de salud de sus vecinos a los residuos que despide una planta recicladora ubicada junto a su colonia.
“Hay un molino de metal donde muelen los carros, pero por toda la orilla de la recicladora hay pelusas que vienen de la parte de abajo de la alfombra de los carros. Eso queda también en el ambiente y llega con el viento hasta aquí. Tengo una cortina donde puedo ver cómo se pegan esas pelusas”, explicó.
INSEGURIDAD EN LA COLONIA TIJUANA PROGRESO
Como en gran parte de la ciudad, la colonia Progreso también sufre los estragos de la inseguridad. Los tres habitantes entrevistados hablaron de esta problemática que los aqueja junto a sus vecinos.
Trejo Guerrero explicó que algunas de las viviendas abandonadas ya fueron invadidas por personas que las vandalizan.
“Al final terminan como picadero y puntos de venta de droga. Sí vienen autoridades pero muy escasamente. Vienen solamente cuando hay reportes, pero no realizan recorridos”, expuso.
Anteriormente, agregó el padre de familia, una caseta de policía que se encuentra en las junto al centro comunitario contaba con un elemento de la policía comercial pero poco o nada hacía.
“Decía que solo venía a cuidar el centro comunitario, era la indicación que él tenía, no estaba como apoyo a la comunidad. De hecho podía ir gente al parque para fumar marihuana, pero no hacían nada, no había control”, señaló.
Modesta Carrillo Gutiérrez, por otro lado, manifestó que ha sido víctima de asalto y robo en su vivienda.
“Siento que estamos muy aislados, porque antes había un policía en la caseta, pero ya nos dejaron solos. Hasta que hablamos a la Policía acuden, pero a veces. Hace un año había alguien en la caseta, no me sentía muy segura porque tambien ahi los agredían, les aventaban piedras y rompieron los vidrios. Cuando ponían mujeres policías los drogadictos y borrachos aprovechaban para agredirlas”, agregó.
ESPERAN QUE EL PROGRESO LLEGUE A SU COLONIA
Trejo Guerrero explicó que durante las campañas electorales algunos candidatos visitan la colonia Progreso para dar mantenimiento al parque que se encuentra a un costado del centro comunitario y que hoy está en malas condiciones.
Los candidatos, agregó Trejo Guerrero, solamente limpian y pintan las paredes de grafiti, mientras que las demás problemáticas de la colonia no son atendidas.
Aunque Aguilar Guillén dice que ella y su esposo se han acostumbrado a las condiciones de Tijuana Progreso, y que no pierden la esperanza de ser atendidos por el municipio, casi rezan para que eso suceda.
“Han venido a ver como está, y dicen que arreglarán, esperamos en Dios que sí”, apuntó.