[Video] Transporte, en difícil lucha contra Covid-19

Las armas para protegerse son limitadas; sanitizan las unidades, usan cubrebocas y gel antibacterial, en un espacio de alto contagio

Juan Miguel Hernández | El Sol de Tijuana

  · domingo 7 de junio de 2020

Ha disminuido la afluencia de pasajeros en el sector. Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

Tijuana.- En una esquina de la Zona Centro de Tijuana, se forman usuarios del taxi blanco con línea café que lleva como destino la colonia El Pípila. Con la distancia física necesaria, uno a uno va recibiendo gel antibacterial, para luego abordar la unidad que los llevará a su hogar. El cubrebocas es obligatorio, y atrás quedó la cercanía casi fraternal que se daba al interior del transporte colectivo, en donde se podía escuchar la respiración del compañero de asiento.

Se trata de la “nueva normalidad” en el transporte público de Tijuana, mientras usuarios como choferes, luchan contra el Covid-19, con todas las armas al alcance, en uno de los sitios de mayor foco de infección. Con un virus que es invisible, el cual no distingue de raza ni condición social, el sanitizar las unidades antes de cada recorrido, obligar a utilizar cubrebocas u ofrecer gel antibacterial, parece lo mínimo indispensable para enfrentar al “enemigo invisible”.

Los usuarios deberían respetar la “sana distancia”. Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

“Desgraciadamente mientras la gente siga usando el transporte público y siga el hacinamiento en los vehículos, por más cubrebocas, gel y sanitización que hagan las empresas y el ayuntamiento, va a ser complicado parar los contagios, hay demasiada gente asintomática y esto va a seguir, el transporte es de los lugares donde es más fácil de contagiarse”, expuso Jorge Gutiérrez Topete, experto en temas de movilidad y excoordinador del Eje de Movilidad del Consejo de Desarrollo de Tijuana.

Jesús Armando López, representante del Sindicato de Transportista de Tijuana, organización que agrupa a 300 choferes de la ciudad, señala que tras el arranque de la emergencia sanitaria, las empresas transportistas han tomado medidas extraordinarias para hacer frente a la pandemia, siendo la principal la de desinfectar las unidades al finalizar cada recorrido, instalar plásticos que impidan el contacto entre operadores y usuarios, sumado a la repartición de mascarillas.

“Cada taxi de nosotros no puede trabajar si no está sanitizado y tiene medidas de sana distancia al interior, por eso por dentro y fuera se sanitiza vehículo, aunque eso signifique un incrementó en el gasto operativo para las empresas”, comentó el transportista.

Aunque para la ciudadanía estas medidas representa adaptarse a una realidad para la que no estaba preparada, Jesús Armando López asegura que no ha existido resistencia por parte de los usuarios, que acatan las indicaciones.

“Les checamos la temperatura y mantenemos la unidad limpia, por ahora no hay ninguna queja de ningún cliente que lo haya tomado mal, la gente ha sido muy disciplinada, no hemos tenido ninguna queja, ningún reclamo, disgusto, ni nada”, expresó.

DIFÍCIL PANORAMA

Por ahora, solo han reanudado actividades las empresas consideradas como esenciales, sin que aún exista fecha para que se retome al 100% la dinámica económica en esta frontera.

De acuerdo al más reciente Informe de movilidad de Google, la afluencia de personas en el transporte público de la ciudad, está 53% por debajo del valor de referencia existente antes de que arrancara la Jornada Nacional de Sana Distancia.

Cuando se vuelvan abrir sus puertas las empresas no esenciales, volverán a las calles miles de trabajadores, y con ello incrementará la demanda de transporte, sin que haya garantía de que se lograra cumplir con los protocolos sanitarios.

“El cubrebocas no es infalible, te ayuda cuando todo mundo lo está usando, pero también necesitas traer protección en los ojos. ¿Cuántas unidades circulan en un día y cuántas son sanitizadas? En el momento en que ya la sanitizaste, se te sube un contagiado, ya se te infectó la unidad, lo que hace muy difícil tener un control”, puntualizó Gutiérrez Topete.

El experto en movilidad anticipó que el congestionamiento vial regresará peor que nunca a Tijuana, pues un sector de la población con miedo a contagiarse en el transporte masivo, adquirirá un automóvil, aunque este sea “chocolate”.

Una alternativa en el mediano y corto plazo, según el especialista, sería impulsar el uso de la bicicleta, que es un medio de transporte económico y que no contamina, para lo cual no se requiere un gran desembolso por parte del ayuntamiento de Tijuana.

“Vamos un poco retrasados, otras ciudades del mundo instalan ciclovías emergentes, donde toman carriles de vialidades primarias que normalmente son las que conectan centros de trabajo y resulta bastante más seguro estar en bicicleta, para guardar la sana distancia. La ciclovía puede ser hecha pintura en las calles y sin tanta inversión, pero estos temas no son de intención, son de hacerlas, ojalá coincida la misma voluntad de quienes toman decisiones para que innoven y que sigan las buenas prácticas que se hacen a nivel internacional”, agregó.

De forma inmediata, el ex coordinador del Eje de Movilidad del Consejo de Desarrollo de Tijuana, sugirió sacar de las calles los taxis de ruta y privilegiar el uso de camiones, con 50% de su capacidad, para garantizar la distancia física entre los usuarios.

“No podemos seguir haciendo lo mismo, andar en estas unidades chiquitas, privilegiando al taxi y no al transporte masivo, porque no se está respetando el espacio necesario en estas unidades de ruta, que están modificadas para tener más capacidad, lo que provoca que la gente esté muy apretada”, apuntó.

Empresas transportistas han tomado medidas extraordinarias. Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

¿QUÉ HA HECHO LA AUTORIDAD?

De acuerdo a Servicios Públicos Municipales, desde el inicio de la pandemia por Covid-19, el gobierno de la ciudad ha sanitizado más de 500 unidades; del mismo modo, se han desinfectado patrullas de la Policía Municipal, camiones de Bomberos.

De igual forma, el ayuntamiento determinó las siguientes acciones sanitarias: el uso de cubrebocas, mantener distancia sana con los pasajeros en la unidad y en la fila para subir a la misma, evitar tener contacto con superficies, comer o ingerir bebidas dentro del camión, hacer desplazamientos innecesarios y llevar gel antibacterial. A todas estas se suman aquellas de carácter general como: lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, no tocarse la cara y al toser o estornudar hacerlo con el codo flexionado.

Además, la autoridad estipula que los concesionarios y choferes deben realizar la limpieza y desinfección constante de las unidades, preferentemente cada vez que concluya un recorrido.

La Dirección de Vialidad y Transporte instaló filtros en diversos puntos de la ciudad, en donde los inspectores revisan que se cumplan con las medidas mínimas de sanidad en las unidades.

“Los inspectores tienen la capacidad de decir al pasajero que use su cubrebocas y que el chófer también lo traiga, sobre todo que se cuide la sana distancia en el mayor extremo que se pueda, porque esos filtros obedecen precisamente a que detectamos unidades que llevaban personas a pie”, apuntaba el titular de la dependencia, Gabriel Lemus.

SE RESISTEN A USAR TRANSPORTE PÚBLICO

Residentes de Tijuana confesaron temer utilizar el transporte público de la ciudad, por miedo a contagiarse de Covid.

Gerardo Soto Jarquín, quien es dueño de un puesto de burritos en la Zona Este de Tijuana, requiere acudir periódicamente a surtirse de mercancía para su negocio, sin embargo, desde que está la emergencia sanitaria, evita a toda costa subirse al transporte colectivo.

La Zona Este presenta los mayores niveles de movilidad. Foto: Ángeles García | El Sol de Tijuana

“No he usado y ni lo haré, quizás dos veces por semana pido Uber para hacer las compras esenciales, pero colectivos no, no lo hago y no lo haré”, comentó el comerciante.

Reyna Ramírez, vecina de la Colonia 10 de mayo, labora como empleada del hogar. Pese a que no perdió su empleo, dice que sus empleadoras le pidieron no utilizar el transporte público, por el riesgo de contagio. De tal forma, que ahora su pareja debe llevarla en su automóvil a los sitios donde trabaja.

Una situación similar vive Hugo Fierro, que reside en Playas de Tijuana y trabaja en la Zona del Río. Pese a que continuó en su empresa, le pidió a su jefe la oportunidad de cumplir con sus obligaciones desde casa, pues no cuenta con automóvil y se niega a utilizar el transporte público.