Crisstian Villicaña
El enfrentamiento entre militares y miembros del Cártel de Sinaloa en Culiacán, en el cual se detuvo al hijo de El Chapo y luego las autoridades lo liberaron para evitar víctimas inocentes, es una imagen que ha demostrado que se ha llegado a una violencia extrema, lamentó el arzobispo de la ciudad, Francisco Moreno Barrón.
"Es importante que todos, gobierno y sociedad tomemos conciencia de que hemos llegado a expresiones de violencia tan grandes que ya son límite, de tal forma que más allá, estaríamos hablando del caos definitivo; espero que eso no suceda en ningún lugar de nuestra patria porque México es más grande".
"Me preocupa que la sociedad se polarice, se detenga en hechos lamentables como este y a base de estarlos rumiando, comentando, profundizando, no de paso a proposiciones, a caminos nuevos, a compromiso social, compromiso de las autoridades para ir adelante, esto que se atienda, pero tenemos que vivir el futuro próximo con esperanza", enunció.
La oportunidad económica y de poder, son en la gran mayoría de los casos los principales factores por los cuales jóvenes y adultos se suman al crimen organizado, otros tantos son forzados a servir de sicarios o realizar alguna labor criminal; todo ello parece abonar a una sociedad resquebrajada por la pobreza y la violencia.
"Sería muy triste que nos acostumbráramos a vivir en este clima de inseguridad y violencia, porque nuestra vocación es el autentico y sano progreso y solo se da en la verdad, en la justicia y en la paz".
"Hago un llamado a que no queramos resolverlo todo con fuerzas humanas y que le pidamos a Dios con insistencia su gracia, su ayuda; ojala que los que han provocado la violencia, las víctimas, las autoridades, la sociedad, las instituciones y dentro de ellas, también la iglesia, todos pongamos nuestro granito de arena, porque el día que crucemos los brazos se ha perdido la batalla", concluyó.
"Sería muy triste que nos acostumbráramos a vivir en este clima de inseguridad y violencia" Francisco Moreno Arzobispo de Tijuana