Nueva York.- El narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán hizo llegar hoy una carta al juez que lleva su caso en Nueva York quejándose de las limitaciones de sus contactos con familiares y de las condiciones de su encarcelamiento.
“Es una tortura de 24 horas cada día”, afirmó el antiguo jefe del Cártel de Sinaloa, fugado en dos ocasiones de penales mexicanos y que fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2017 para responder a cargos levantados en su contra en este país.
Desde que fue encarcelado, El Chapo, a través de sus abogados, se viene quejando de las condiciones en las que está preso, de la imposibilidad de comunicarse con su esposa y con otros parientes y del aislamiento al que está sometido.
La carta fue hecha llegar hoy al juez Brian Cogan después de que se anticipara el contenido de la misiva durante una vista judicial para conocer el estatus del proceso y revisar diversos temas antes de que comience el juicio, en septiembre próximo.
“Debido a las reglas que usted autorizó, se me hace imposible montar mi defensa”, asegura El Chapo en la carta, que presentó su abogado, Eduardo Balarezo, y que hizo llegar a Efe su bufete legal.
Guzmán dice que no ha podido tener contacto con su esposa desde que está preso y cree que no ha recibido una carta que le envió. “Por esa imposibilidad de contacto, ella no me ha podido ayudar a conseguir los fondos para pagar a mis abogados”, agrega.
El Chapo salió también al paso de informes de la prensa mexicana que abrían la posibilidad de que la familia del narcotraficante dejara de pagar a sus abogados ante la creencia de que no ganará el juicio.
“Deseo dejar eso en claro, quiero que todos sepan que yo quiero ir a juicio. No tengo intención de colaborar ni declararme culpable”, sostiene.
Pero también insiste en que, como no puede contactar a su familia, no puede dar instrucciones para poder cubrir las costas legales.
“Señor juez, le pido por favor que modifique las reglas para permitir hablar con mi esposa cara a cara para solucionar esta situación. Si no, mi juicio será una farsa”, asegura el narcotraficante.
También describe una serie de dolencias que fueron citadas por el abogado en declaraciones a los periodistas al final de la audiencia de hoy, como dolores de cabeza “todos los días” y vómitos diarios.
El Chapo se queja de que no ha podido arreglarse dos muelas, que no ha tomado el sol “ni aire fresco durante trece meses” y que si su celda “no está muy fría, hace demasiado calor”.
“La luz en mi celda está encendida todas las horas del día y se me hace difícil dormir”, afirma Guzmán, que fue considerado como uno de los narcotraficante más peligrosos del mundo y que dirigió una banda responsable de numerosos crímenes en su país.
“Lo único que pido es un juicio justo”, sostiene El Chapo.