LA PAZ. Los principales partidos y plataformas civiles de Bolivia anunciaron su oposición a que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) autorice la candidatura de Evo Morales al Senado, al filo del plazo para que el expresidente complete un trámite administrativo.
Morales debe completar su documentación si quiere seguir en la lista de senadores de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS). Le falta presentar una prueba de residencia permanente en el país durante los últimos dos años, algo que sus adversarios esgrimen que no puede hacer porque en noviembre partió al exilio en México y Argentina.
El excandidato de derecha Óscar Ortiz anunció que "apenas se abra el período de impugnaciones, estaremos presentando la impugnación" contra Morales, que dimitió el 10 de noviembre tras denuncias de fraude en los comicios de octubre.
Además de incumplir ese requisito constitucional, Morales "no es un candidato que merezca estar en el Senado para refugiarse de todos los abusos que cometió", dijo Ortiz, aliado de la presidenta provisional de Bolivia, Jeanine Áñez.
PARO NUCLEAR
Los proyectos en energía atómica que dejó en marcha Morales, para usos como la salud, serán paralizados por los nuevos responsables de la Agencia de Energía Nuclear, lo que compromete importantes acuerdos con firmas de Rusia y Argentina por más de 350 millones de dólares.
El argumento esgrimido por el director ejecutivo de la Agencia es que no pasaron el filtro parlamentario que requieren los contratos estatales en Bolivia.
El mayor de estos proyectos corresponde a un centro de investigación nuclear en la ciudad de El Alto en colaboración con la agencia atómica rusa, Rosatom, considerado el de mayor altura en el mundo, a casi cuatro mil 100 metros en el altiplano boliviano.