Alejandro Domínguez/ La Voz de la Frontera
Mexicali.- Como respuesta a la agresión que un elemento de la Marina propinó a un pescador, y que lo colocó al borde de la muerte, sus compañeros de oficio destruyeron las instalaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México (Profepa) en San Felipe; también, recuperaron pangas y artes de pesca que les habían requisado.
Una densa columna de humo negro se divisaba desde el kilómetro 170 de la carretera Mexicali a San Felipe. A pesar del aparente caos, la vida seguía su curso normal, la gente acudía a las tiendas, a los restaurantes y realizaba sus actividades cotidianas.
El ambiente contrastaba con el incidente en el que un elemento de la Marina hirió de gravedad a un pescador, mientras que otras dos personas más resultaron heridas en diferentes eventos.
Lo anterior incendió los ánimos de los pescadores del puerto, que desde hace cuatro años tienen vetado salir a pescar, además de que, desde diciembre de 2018, no reciben su compensación mensual de parte del gobierno por esto; comentan que no ven una solución a corto plazo del problema del pago.
En la capitanía de puerto, ardían las oficinas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como tres de sus lanchas, un camión de redilas y algunas pangas y motores que quedaron reducidos a cenizas al final.
Los pescadores, unos cuantos con el rostro cubierto, derribaron el cerco y, utilizando viejas cuerdas de nylon, recuperaron las pangas que les habían sido decomisadas “por pescar chano”, decían algunos
Sin embargo, el pasar de los años cobró factura a las viejas cuerdas que se rompieron por no soportar la presión; debido a esto, procedieron a sacar las embarcaciones a puro músculo.
Los reclamos a la prensa no se dejaron esperar; “solo publican cosas contra nosotros”, y daban a entender que se encontraban desesperados por la veda que impuso el presidente Enrique Peña Nieto en 2015 para proteger a la vaquita marina (especie endémica del Mar de Cortés y que se encuentra en peligro de extinción). Peña Nieto se había comprometido a que terminaría la veda en 2017, pero sigue vigente..
También, justificaron la acción de sacar las pangas al señalar que la Profepa se las había robado; además, recuperaron algunas artes de pesca o chinchorros, así como motores fuera de borda, pero a algunos de plano los dejaron arder.
Para calmar los ánimos, el expresidente de la Federación de Cooperativas de Pescadores Ribereños, Sunshine Rodríguez Peña, se reunió con mandos de la Marina, a quienes solicitó que el militar agresor sea juzgado por autoridades civiles y no militares, ya que estos últimos podrían solo cambiarlo de puerto.
No se trata de satanizar a los pescadores ni a los Marinos, simplemente quieren que se le aplique la justicia a ese elemento, señaló.
Rodríguez Peña expuso que no tiene información sobre si el pescador herido realizaba actividades ilícitas o no; sin embargo, aunque así fuera, la reacción del militar fue desproporcionada, pues no aplicó ningún protocolo. No obstante, lo peor de todo es que los militares hayan abandonado a su suerte al pescador herido.
Los pescadores están esperando justicia; de lo contrario, continuarán las protestas, las cuales pueden escalar de tono, advirtió el expresidente de la federación de cooperativas.
Por su parte, la Marina emitió un comunicado de prensa en el cual señala que fueron los pescadores los que agredieron a la embarcación “Sharpie”, de la organización Sea Shepperd, debido a que levantaban artes de pesca prohibidos.
También, señala en el comunicado que se trató de un disparo accidental cuando los elementos de la Marina forcejeaban con los agresores al momento de darles alcance en tierra, con lo que hirieron a la persona.